Francia prohibirá alquilar desde 2023 las viviendas con mal rendimiento energético, con un mecanismo que se endurecerá progresivamente, en un intento de forzar a sus propietarios a invertir en aislamiento y nuevos sistemas de calefacción.
La medida, que se inscribe en la ley marco de 2019 sobre la transición energética y la lucha contra el cambio climático, fue publicada este miércoles en el diario oficial del Estado francés.
El texto establece que las viviendas en alquiler deberán tener a partir de 2023 un consumo energético inferior al equivalente a 450 kwh anuales de energía final por metro cuadrado habitable.
La disposición afectará inicialmente a 90.000 viviendas, según los cálculos del Ejecutivo francés, que prevé endurecer los requisitos de forma progresiva en 2025 y 2028, según indica el ministro de Vivienda, Emmanuel Wargon, en unas declaraciones que publica hoy el diario Le Figaro.
El objetivo final es modernizar un total 4,8 millones de viviendas menos eficientes en todo el país.
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