2017 no ha sido un buen año para Gas Natural Fenosa en la actividad de electricidad en España (generación, comercialización, mayorista y minorista, y suministro a PVPC). Su hasta ahora consejero delegado, Rafael Villaseca, ha dicho en rueda de prensa durante la presentación de resultados que “la complicada situación del sector eléctrico en España durante los primeros diez meses del año ha traído como consecuencia una contracción del EBITDA de la actividad eléctrica en España del 57,8% respecto a 2016, alcanzando los 302 millones de euros”.
Según ha explicado Villaseca, esta mala evolución “se ha visto condicionada especialmente por factores climatológicos, con una caída de la producción hidráulica de la compañía en un 71,4%, que fue sustituida por centrales térmicas, y también provocada por la enorme presión de la competencia que estaban ofreciendo precios demasiado bajos” para los costes de la producción en el mercado mayorista.
De hecho, “varias compañías importantes mantuvieron esos precios por debajo del coste esperando que fuera por un tiempo corto y la realidad es que tuvieron que esperar casi un año para que los costes y el precio se equilibraran”, añade el consejero delegado, “la situación climatológica de 2017 fue excepcional y única, y no esperamos que se vuelva a repetir, aunque hay que tener en cuenta el exceso de capacidad de generación que existe en España, por lo que la posibilidad de cierre de centrales está en el aire”.
A preguntas de El Periódico de la Energía, Villaseca ha especificado que se refiere a “aquéllas que sean ambientalmente insostenibles o no rentables económicamente”, y que, con independencia de las opiniones sobre cómo acometer la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, las compañías tienen que buscar la rentabilidad de sus inversiones.
Por eso ha recordado que es necesario que haya seguridad jurídica, de forma que en unos diez años no vaya a haber cambios regulatorios o nuevas medidas medioambientales desde la UE o el Gobierno que hagan que esas inversiones no sean rentables.
Gas Natural Fenosa posee cuatro centrales de carbón en España que suman una potencia de 2.169 MW, pero podría cerrar la de Anllares, León, en la que participa con un 66,6% junto a Endesa (33,3%), y podría realizar las inversiones medioambientales que obliga la UE en la de La Robla, León. Quedaría en el aire el futuro de la central térmica del Narcea, en Tieno (Asturias), y la de Meirama en Cerceda (A Coruña).
Respecto a las centrales nucleares, Rafael Villaseca, ha dicho que la reforma que prepara el Gobierno para que las compañías asuman los costes de desmantelamiento de las centrales nucleares que cierren "no es razonable" y espera que no ocurra. Más aún, que esa medida "afecta sustantivamente al sector nuclear" y es "extremadamente negativa" por la inseguridad que crea y la "imposibilidad" que tienen las empresas de generación para resarcirse de su efecto.
Villaseca ha agregado que coincide en que el futuro el cierre o no de centrales tiene que considerarse desde una óptica medioambiental, si bien ha recordado que a las empresas les toca ver si las inversiones que tienen que hacer se justifican desde un punto de vista económico y del valor que tienen que dar a sus accionistas.
Gas Natural Fenosa es copropietario de dos centrales nucleares en España, Almaraz, (Iberdrola 52,7%, Endesa 36,0% y Gas Natural 11,3%), y de Trillo (Iberdrola 48%, Gas Natural 34,5%, Hidroeléctrica del Cantábrico (15,5%) y Nuclenor (2%).
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