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Hace casi un mes se celebró la primera cumbre internacional de regiones ultraperiféricas en Tenerife, que sirvió para constatar que, con mayor o menor éxito, todas las regiones ultraperiféricas de la UE tienen estrategias similares en energía, y en todos los casos pasan por la implantación masiva de renovable de manera urgente. El mensaje era claro, la energía renovable es la única apuesta posible, y aunque el foro ya era de convencidos, al menos sirvió para reafirmarnos con argumentos y datos contundentes de esta realidad. La cumbre organizada por Enrique Rodríguez de Azero y toda la asociación ACER fue un éxito rotundo y todos esperamos que se repita para hacer un seguimiento de los progresos en todas las regiones ultraperiféricas y compartir avances.

El final de la jornada se reservó para una mesa de fuerzas políticas donde estuvieron presentes Javier Morales de CC, Ignacio Lavandera del PSOE y Manuel Fernández del Partido Popular, titulada “Política en materia de EERR”. Desgraciadamente el título de la mesa estuvo desafortunado, porque la mesa se terminó convirtiendo en “gas sí o gas no”, y no faltaron pancarteros en la sala que levantaron sus hojas de protesta, ya preparadas previamente. Me sorprendió el giro que dio la mesa, porque que yo sepa hasta ahora el gas no se le considera energía renovable, y la imagen que dábamos ante otras regiones internacionales con nuestras discusiones internas, era, cuando menos, ombliguista.

Aún así, escuché atentamente a los políticos y concluí que los que defendían el gas (a veces con vehemencia) lo hacían por dos razones fundamentales, es más barato y menos contaminante. Y el único que mostró su opinión contraria (incluso contraria a  su propio partido a tenor de las acciones de gobierno) lo hacía por incompatibilidades con la penetración masiva de energía renovable, también con argumentos y datos y, cómo no, con su propio estilo. Resultó ser que la decisión, allá por el año 1.988, de la construcción de los ciclos combinados en Canarias fue una apuesta de futuro para las islas, algo innovador por entonces, con increíbles ventajas, garantía de suministro, diversificación de combustibles, y lo que los ingenieros llaman, “energía de calidad”. Claro que en el año 1.988, la energía renovable estaba en pañales y pasaría una década para que los primeros aerogeneradores “modernos” se instalaran en las islas. El problema fue que por unos o por otros, los ciclos tardaron en construirse y lo hicieron sin suministro de gas, por lo que tuvieron que ser adaptados, en teoría temporalmente, a funcionar con gas-oil, ineficiente, caro y contaminante, pero en teoría temporal.

Finalmente esos ciclos combinados adaptados al gas-oil terminaron entrando en funcionamiento entre el año 2006 y 2011, nada menos que 20 años después de la decisión inicial, con el sector de la energía ya liberalizado, las empresas energéticas privatizadas, y el segundo concurso eólico en marcha y adjudicado. Y lo que es mucho más importante, con toda la energía eólica existente en las islas ya instalada y la tecnología renovable madura. La ironía es que con la reforma del sector eléctrico del ministro Soria, casi toda la eólica en Canarias ha quedado sin primas ya que es “antigua” y fue instalada antes del 2004, y, fíjense, antes que los ciclos combinados.

Si ya están los ciclos combinados instalados, la discusión de la mesa “gas sí o gas no”, realmente y siendo estrictos, era “logística para traer el gas a Canarias sí o no” y ahí entran las regasificadoras, muelles, canalizaciones, etc. Y aquí sí que las opiniones se alejan de las idoneidades técnicas del gas y derivan en consecuencias sociales, ambientales, territoriales, de seguridad, etc. Se imaginan comprar un tractor para arar en una isla sin gasolineras y mientras tanto acoplarle delante unos bueyes y así ponernos a arar, ni eficiente ni lógico. La ironía es que el pienso de los bueyes es importado y muy caro, pero al menos aramos. ¿Cómo se nos ocurrió comprar ese tractor no habiendo suministro de combustible y corriendo el riesgo de eternizarnos con los bueyes? O quizás pueda pasarnos que para cuando se vaya a instalar la gasolinera, ya exista un tractor mejor, o hayamos dejado la agricultura por otro uso del suelo para el que no harán falta ni gasolinera ni tractor ni bueyes. Un auténtico desparrame del despropósito.

Y siguiendo con la analogía agrícola, ¿Qué hacemos? ¿Seguimos arando con el tractor jalado por bueyes? ¿Vendemos el tractor anticuado por uno más moderno que no necesite de la gasolinera ni de los bueyes (con las pérdidas que supone por la inversión que se hizo y nunca se usó)? Convengamos que ninguna de las tres opciones es idónea, ni instalar una gasolinera para un tractor anticuado, ni venderlo por uno nuevo desperdiciando la inversión, ni seguir usándolo con los bueyes. El argumento de que los bueyes son caros de mantener y que para algo compramos el tractor, es muy lógico, pero no tiene en cuenta las nuevas circunstancias que hacen necesaria replantearse la decisión inicial. Y en este berenjenal estamos, uno mirando a los bueyes, otros mirando al tractor viejo o al nuevo y otros pensando en gasolineras.

A uno, que le da por pensar e intentar entender los argumentos, se hace la pregunta, “el gas es más barato y menos contaminante”, pero ¿más barato y menos contaminante que qué? La respuesta a esta pregunta le da la razón a unos y a otros, porque efectivamente el gas es más barato y menos contaminante que el fuel o el gas-oil, pero de ninguna manera es más barato y -aquí no puede haber discusión posible- ni menos contaminante que la energía renovable. Ver a ambas partes aferradas a “su cuota” de razón en este aspecto impidió que se discutiera de manera seria sobre la relación e interferencias que tendría la implantación del gas con la introducción masiva de energía renovable en las islas. Al menos a mí me dejaron con la miel en los labios, espero que alguien objetivo y técnico algún día nos lo aclare.

Rafael Martell.

Y, de cualquiera de las maneras, ¿Cómo se puede saber el precio de un combustible en el tiempo? Los expertos, hablan de tendencias, alcista o bajista, pero sin garantías; de hecho hay un mercado internacional de especuladores en esto de los combustibles. Nadie preveía el desplome del precio del crudo del último año, y nadie puede prever que pasará a largo plazo. ¿Por qué defienden una tecnología de precios impredecibles a largo plazo con el argumento de “es más barata”? En la mesa, el portavoz del PSOE defendió la introducción del gas, pero matizó, “de manera temporal”. ¿Qué es temporal en inversiones de esta magnitud? ¿20 años? ¿25 años? ¿Se imaginan como se desarrollará la tecnología eólica en esos años (y en menos)? O ¿cómo se abaratarán las placas fotovoltaicas y las baterías en apenas 5 años? Y ¿Cuál será el precio del combustible a tan largo plazo? En esto de la predictibilidad en costes de combustible y en desarrollo a futuro, la energía renovable también se lleva la palma, porque sin duda seguirá desarrollándose y abaratándose de manera continuada en el tiempo. Por poner un ejemplo, la CNMC acaba de dar el visto bueno al desmantelamiento de un ciclo combinado instalado en el 2002 en Castellón por innecesario (casualmente el más grande de España), es decir, 13 años. ¿Se imaginan el desarrollo de la tecnología renovable en los próximos 13 años? Basta mirar cómo era esa tecnología hace 13 años para darnos cuenta del desarrollo exponencial que tiene y que, indefectiblemente, tendrá. Otra ironía, allí desmantelando e hibernando por innecesarios los ciclos combinados a pesar de tener las vías de suministro de gas ya construidas y aquí, al revés.

Durante las jornadas se mencionaron los proyectos aprobados para instalar plantas de biomasa en las islas capitalinas, casualmente con los mismos argumentos, más barata y menos contaminante. Al menos la biomasa si entra dentro del epígrafe de energía renovable. Pero me quedo con las mismas dudas, ¿más barata y menos contaminante que qué? Que yo sepa Canarias no produce suficiente biomasa para una instalación de tal magnitud ni hay agua para cultivarla, por lo que habrá que importar el combustible. ¿Leyeron bien? Importación de combustible (biomasa), aunque sea renovable. Y, por menos que contamine, las generación por biomasa no deja de ser una combustión y es, por defecto, contaminante, eso sí, puestos a escoger, no hay color.

No dejo de oír la perogrullada, y me chirría en políticos en materias energéticas, de que no nos podemos abastecer solo de energía renovable. Otro axioma cierto, y parafraseando las palabras del portavoz del PSOE respecto al gas, no nos podemos abastecer 100% de energía renovable “`por ahora”. Pero con una penetración renovable del solo el 8% (y ha subido desde el 6% sin instalar nueva potencia, gracias a la bajada de la demanda), hay mucho margen en las islas. La UE se marca el hito del 20%, el Gobierno Canario el 36% de renovable, y en islas muy lejanas, Hawaii, sus gobiernos ya planifican para coberturas de la demanda con energía renovable superior al 50% incluso del 60%. ¿Cuál es el límite? La realidad es que sabemos que existe,  sabemos que está muy lejano, sabemos que es temporal y que la tecnología lo irá superando una y otra vez, pero no podemos afirmar con exactitud cuál es, entre otras cosas porque los avances tecnológicos son muy rápidos en este aspecto. Dejemos que se instale toda la energía renovable que se pueda, que si algún día llegamos a límites máximos de penetración para estabilidad de la red (según la normativa REE), plantearemos las inversiones que sean necesarias, sean con gas, con zumo de fresa o con grafeno, pero con el único objetivo de superar ese límite y seguir implantando más energía renovable aún. Plantear gas, bombeos, o cualquier otra instalación, antes que las renovables, es sin duda, ir en sentido contrario. La generación con combustibles fósiles ya se considera por todos los expertos como generación esclava de la energía renovable y, por lo tanto, a su servicio.

Y es que la instalación de energía renovable de manera masiva en las islas es de tal urgencia que los gobiernos deberían tomar cartas en el asunto radicalmente, aunque solo sea por el argumento de costes y sin tener en cuenta aspectos medioambientales. Aquí también se constató una guerra de ejecutivos, el nacional señalando a las ineficiencias de concurso eólico regional y política territorial como la causa del problema, y el regional, argumentando los últimos vaivenes legislativos, quitando primas, volviéndolas a dar en Canarias, corrigiéndose en plazos, etc. Y, como no, ambos tienen su parte de razón, y como se diría coloquialmente, la casa sin barrer.

Mi conclusión final de la charla de ese día fue que ni el gas ni el fuel ni el gas-oil son más baratos que la energía renovable, eso sin tener en cuenta los beneficios indirectos pero cuantificables; costes por emisiones de CO2, mejora de PIB y aumento de competitividad turística al evitar la importación de combustibles, etc. Que instalar una generación buena sin suministro de combustible es irracional y despilfarrador. Que empeñarse en continuar buenas decisiones del pasado a destiempo puede ser peor que la falta de empeño. Que hay muchos dogmas al respecto, poca imparcialidad y peor, parece difícil corregirlo. Que es vital para las islas tomar buenas decisiones y desarrollarlas pronto; no hacerlo nos lastrará durante décadas. Que el tiempo está a favor de la renovable y, sobre todo, que cualquier acción que tome el gobierno en cuestiones energéticas en las islas debe tener un único fin: maximizar la penetración de energía renovable. Por último respecto al argumento de los postulados a favor del gas “porque contamina menos”, desde el punto de vista de las energías renovables, ni lo menciono, parece un insulto.

Rafael Martell es presidente de la Asociación Eólica de Canarias (Aeolican).

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2 comentarios

  • Santiago Abaitua

    Santiago Abaitua

    17/04/2015

    Al margen de los argumentos medio ambientales que son obvios dada la preocupante afección al clima y a la salud que produce la quema de combustibles fósiles (y el gas lo es) pienso que la apuesta por renovables sin gas es la correcta por ser mucho más ventajosa y rentable en términos estrictamente económicos, siempre y cuando se mantenga un escenario de competencia real en el sector energético insular.

    Al ritmo que está desarrollándose la tecnología de generación distribuida, principalmente solar y eólica, junto con el almacenamiento de energía y la movilidad eléctrica, con previsiones de reducción de costes espectaculares (hay innumerables informes de fuentes de reconocido prestigio al respecto), un modelo 100% renovable es técnicamente y económicamente viable en un horizonte temporal relativamente corto. Ya hay ejemplos al respecto en sistemas insulares y continentales.

    Destinar inversiones y capital a renovables y almacenamiento, en vez de a infraestructuras gasistas tendría un efecto multiplicador muy potente sobre la economía insular al reducir la importación de recursos energéticos y generar más empleo y riqueza local.

    El que el dinero, que hay y mucho, fluya en esa dirección y no en la otra depende de que se establezcan las condiciones regulativas que permitan una competencia real entre tecnologías. Hoy en día las renovables no necesitan más ayuda que la libre competencia.

    ¿Falta voluntad política o hay demasiados intereses económicos?
  • Eztia

    Eztia

    30/03/2016

    En los paises mas avanzados se está aumentando la inversión en renovables en España no, está claro que es una caso de voluntad política y un lobby formidable

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