El conglomerado industrial estadounidense General Electric (GE) cerró los seis primeros meses del año con un beneficio neto atribuido de 7.337 millones de dólares (6.614 millones de euros), en contraste con las pérdidas de 2.137 millones de dólares (1.926 millones de euros) anotadas en el mismo periodo de 2022 por la multinacional, que ha revisado al alza sus previsiones anuales.
Sin embargo, en el segundo trimestre, la compañía registró pérdidas por importe neto atribuido de 23 millones de dólares (21 millones de euros), frente a los 'números rojos' de 949 millones de dólares (855 millones de euros) en el mismo periodo de 2022, después de incluir el impacto adverso de 1.019 millones de dólares (918 millones de euros) de activos discontinuados y a la venta, como GE HealthCare, la cartera hipotecaria en Polonia (Bank BPH) o GE Capital Aviation Services (GECAS).
La cifra de ingresos de GE entre enero y junio aumentó un 16,3%, hasta 31.185 millones de dólares (28.112 millones de euros), incluyendo un crecimiento del 18,2% entre abril y junio, hasta 16.699 millones de dólares (15.053 millones de euros).
La energía para General Electric
En concreto, la unidad aeroespacial aumentó en el segundo trimestre un 37% los pedidos, hasta 9.451 millones de dólares (8.519 millones de euros), mientras que las ventas sumaron 7.860 millones de dólares (7.085 millones de euros), un 28% más.
En el caso del negocio de energías renovables, los encargos recibidos sumaban 8.289 millones de dólares (7.472 millones de euros), casi tres veces más que un año antes, y los ingresos 3.849 millones de dólares (3.470 millones de euros), un 24% más.
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