El proceso de negociación del ERE en GES (Global Energy Services) ha llegado su fin. Después de casi un mes, la empresa ha puesto encima de la mesa su propuesta definitiva. No han cambiado sustancialmente las cifras de despido excepto en el área de mantenimiento preventivo: De los 338 despidos iniciales, ahora propone 104.
“Los operarios de mantenimiento eran necesarios porque Gamesa decidió renovar el mantenimiento de los parques eólicos adscritos a las zonas noroeste y noreste (Portugal, Galicia y Aragón) durante dos años más, y como Gamesa paga religiosamente, GES siempre tiene liquidez para enfrentarse a los pagos y para poder continuar funcionando”, señalan fuentes conocedoras, “lo que le está salvando de una situación inviable y posiblemente de salir adelante en el futuro”.
Ahora les toca votar a los sindicatos y a las asambleas de trabajadores que deberán decidir si aceptan la propuesta o no a lo largo del día de hoy, 22 de febrero, y aunque se espera un sí, las negociaciones están muy tensas por parte de algunos trabajadores que creen que hay otras alternativas.
“La mejor opción es la de mantener la actividad de GES y el máximo de puestos de trabajo, por eso es urgente cerrar el ERE cuanto antes, la situación de la compañía se está complicando por momentos”, explican, “retrasar cualquier decisión supone continuar con el deterioro de GES tanto en su economía como en la posibilidad de acceder a negocios por falta de credibilidad”.
Porque la negociación ha variado mucho desde noviembre pasado, cayendo en picado la cifra de trabajadores de GES. Entonces se contabilizaban hasta 1.600, de los cuales unos 900 se dedicaban al mantenimiento preventivo, y los 700 restantes se repartían entre las oficinas (unos 250), y los proyectos internacionales (unos 450). Las bajas voluntarias se han ido sucediendo diariamente, e incluso en las últimas semanas, por eso, en la propuesta final no se negocian las mismas cifras que en la de hace un mes.
Así pues, el cuadrante, que se ha reducido del 72% de despidos al 30%, ha quedado de la siguiente manera:
A partir de ahora, y si se aprueba el ERE, las condiciones incluyen la aceptación de extinciones voluntarias en Montaje y en Servicios Generales. La empresa se reserva la aceptación final, pero si un trabajador desea acogerse al ERE sin estar afectado y es posible sustituirle por otro afectado que quiere permanecer en la empresa con el mismo perfil profesional se procederá a aceptar la voluntariedad.
Además, para los trabajadores de más de 55 años la empresa se compromete a abonar al final del periodo de desempleo la cantidad de 5.000 euros/anuales hasta los 61 años para complementar, si así se desea, el Convenio Especial con la Seguridad Social, y para los despedidos, la negociación ha conseguido evitar el FOGASA y una indemnización de 20 días de salario por año que se cobraría después de Acuerdo de Acreedores.
Se eliminan exclusivamente los bonus en los años 2017 y 2018 y se crea una Bolsa de empleo con los despedidos con carácter preferente para reingresar en GES cuando vaya saliendo de la situación actual.
A partir de mañana, GES podría volver a mirar esperanzado al futuro. Tras reducir todos los gastos en personal con el ERE y el acuerdo con los acreedores sobre la devolución de la deuda, “solo queda presentar el Plan de Viabilidad que prevé negocios y proyectos de futuro para GES ante la jueza que lleva el caso, y poder salir del concurso de acreedores”, explican las fuentes, “por ejemplo en Assembly hay trabajo para dos meses y posiblemente trabajo para mucho tiempo más, hay buenas perspectivas de proyectos eólicos en el extranjero, y a partir de junio, en España después de la subasta de renovables”.
Aunque es díficil vaticinar la decisión judicial, se espera que entre abril y mayo GES pueda empezar a remontar el vuelo. “El último paso es saber si GES va a titularizar la deuda y si Cristian Lay va a comprarla para convertirse en su único propietario”.