1 comentario publicado

Alemania y la Unión Europea están aplicando estrategias ambiciosas para descarbonizar sus sociedades, utilizando el hidrógeno como vector energético y materia prima para los procesos industriales. En consonancia con los objetivos climáticos, el hidrógeno utilizado debe producirse mediante procesos con bajas emisiones de carbono, idealmente utilizando hidrógeno verde.

El hidrógeno verde se obtiene mediante electrólisis utilizando únicamente energías renovables. El auge del hidrógeno podría dar lugar a una nueva geografía energética. El suministro mundial de fuentes de energía ya no estaría vinculado a las reservas existentes de petróleo, gas o carbón. En su lugar, el hidrógeno podría producirse en cualquier lugar con un buen potencial para la energía eólica, solar o geotérmica.

Esto podría abrir nuevas oportunidades para los países de ingresos bajos y medios. Los objetivos establecidos en las estrategias sobre el hidrógeno son ambiciosos. En su estratégia de 2023 Alemania tiene previsto alcanzar una capacidad de electrolizadores de 10 GW para 2030. Dado que esto no sería suficiente para producir las cantidades necesarias de H2, se espera que las importaciones cubran entre el 50 % y el 70 % de la demanda total de hidrógeno.

Decepción

Cinco años después de la publicación de las estrategias del hidrógeno, la euforia ha dado paso a la decepción. En Alemania, solo se habían instalado 170 MW de capacidad de electrólisis en el primer trimestre de 2025, y el objetivo de 10 GW para 2030 ya no se considera alcanzable. Desde una perspectiva internacional, la situación no es mejor. Según la Agencia Internacional de la Energía, solo alrededor del 7 % de todos los proyectos de hidrógeno a nivel mundial han sido objeto de una decisión final de inversión y, por lo tanto, es probable que se implementen.

En los últimos meses, ha habido numerosas noticias sobre proyectos de H2 cancelados. Esto afecta a todos los elementos de la cadena de suministro: en julio de 2025, la empresa energética española REPSOL detuvo un proyecto de 200 MW en una refinería de Puertollano, uno de los mayores proyectos de H2 previstos en Europa.

Meses antes, Equinor (Noruega) y RWE (Alemania) habían suspendido sus planes conjuntos para construir un gasoducto de hidrógeno a través del Mar del Norte. Este gasoducto habría permitido un suministro fiable de hidrógeno a los clientes industriales de Alemania y Europa.

Recientemente, el segundo mayor productor de acero del mundo, ArcelorMittal, rechazó una oferta del Gobierno alemán para recibir más de mil millones de euros en subvenciones para la descarbonización de dos plantas siderúrgicas. Consideran que el suministro de hidrógeno a largo plazo es incierto y temen que las tecnologías ecológicas les sitúen en una posición de desventaja competitiva frente a sus competidores internacionales.

¿Es sólo el precio?

Hay muchas razones que explican la crisis estructural en la expansión de la economía del hidrógeno. Es preocupante que las empresas afectadas no solo citen factores secundarios que podrían superarse fácilmente con la voluntad política adecuada, como la falta de claridad en la normativa. Más bien argumentan con los fundamentos económicos de las cadenas de valor del hidrógeno: H2 sigue siendo significativamente más caro que los combustibles fósiles, como el gas natural.

Los clientes potenciales no están dispuestos o no pueden pagar precios significativamente más altos por el hidrógeno que por alternativas menos respetuosas con el clima. Además, varios elementos de las cadenas de suministro de hidrógeno aún no están tecnológicamente maduros, como el craqueo del amoníaco para permitir el transporte de H2 en forma de un derivado más adecuado.

A pesar de todas estas dificultades, asumimos que el H2 tiene futuro y que se desarrollará un mercado del hidrógeno, aunque más tarde y más lentamente de lo esperado. La mayoría de los países se sienten obligados por sus compromisos de protección del clima, y algunos sectores difícilmente pueden descarbonizarse sin el hidrógeno como vector energético o materia prima. Además, la investigación técnica aplicada continúa con el potencial de volver a poner en la agenda la expansión del mercado del hidrógeno.

¿Qué hacer?

¿Cómo deberían responder los países en desarrollo y la cooperación internacional al actual «limbo del hidrógeno»? Creemos que una actitud de "esperar y ver qué pasa" supondría una pérdida de tiempo innecesaria.

Proponemos continuar con la implementación de proyectos de H2, centrándonos en soluciones basadas en el H2 para los retos del desarrollo sostenible. Dos ejemplos:

  1. El hidrógeno puede utilizarse para descarbonizar la industria de los fertilizantes. Hasta la fecha, solo se utilizan pequeñas cantidades de fertilizantes en el África subsahariana. La producción descentralizada de fertilizantes basada en hidrógeno de bajas emisiones puede contribuir a la seguridad alimentaria en África, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la maduración de las tecnologías del hidrógeno.
  1. Como alternativa a la electrólisis, el hidrógeno puede obtenerse a partir de aguas residuales, por ejemplo, mediante fermentación. Esto puede reducir la contaminación medioambiental (por ejemplo, la eutrofización de las masas de agua) y los riesgos para la salud asociados a las aguas residuales urbanas.

Cuando se persiguen simultáneamente diferentes objetivos de desarrollo, las diferencias de coste entre el hidrógeno y las tecnologías convencionales pierden importancia. Estas opciones deberían desarrollarse en cooperación con investigadores del Sur Global como una parte importante de una estrategia multilateral del hidrógeno.

…………………………………………………………………………………………………

Dr. Andreas Stamm es investigador sénior y jefe de proyectos en IDOS (www.idos-research.de) , el mayor think tank de Alemania para la cooperación internacional en materia de desarrollo sostenible. De 2021 hasta 2024 lideró el grupo de investigación del IDOS en el proyecto multi-institucional Hypat (www.hypat.de), financiado con fondos del Ministerio Federal de Educación e Investigación (BMBF).

Noticias relacionadas

Un comentario

  • guillermo@sistemasfotovoltaicos.es

    guillermo@sistemasfotovoltaicos.es

    15/09/2025

    Con la tecnologia actual se puede conseguir un coste de la molecula de H2 inferior a 2€ por kilogramo, como reseña el coste de los hidrolizadores con tecnoligia PEM a bajado un 40% en los ultimos tres años. El Megawatio de hidrolizador estaba en 1M de euros y a fecha de hoy ya hay fabricantes que lo ofrecen por 600.000€ el MW y tienen suficiente garantias para que se puedan financiar con projet finance.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.