La compañía energética Holaluz prevé comprar “un mínimo” de tres empresas instaladoras entre este año y el primer trimestre de 2022, lo que le permitirá crear una estructura de instaladores propios que le aseguren la escalabilidad de las operaciones.
La empresa, que empezó a cotizar en bolsa en noviembre de 2019, ha puesto en marcha una estrategia de adquisición de compañías instaladoras con el objetivo de controlar todo el proceso energético, desde la producción y distribución de electricidad hasta la instalación de placas fotovoltaicas.
“Esta estrategia nos permite alcanzar un doble objetivo: entregar al cliente una experiencia excepcional y, a nivel corporativo, capturar el máximo valor de esta fase”, explica la cofundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz, Carlota Pi, en un comunicado.
La firma ha alcanzado en el primer trimestre del año unas ventas consolidadas de 77,98 millones de euros y un ebitda de 1,53 millones, frente al resultado negativo de 2,5 millones del año anterior.
El margen bruto se ha situado en los 10,97 millones de euros, un 10,7 % más que en el mismo periodo de 2020.
De cara a 2023, la compañía planea alcanzar el millón de clientes, 50.000 instalaciones fotovoltaicas gestionadas y 1.000 MW en representación.
Solo en este trimestre ha sumado 25.319 nuevos clientes, con lo que tiene ya más de 350.000.
Holaluz puso en marcha hace un año un plan bautizado como “La revolución de los tejados” que le ha permitido entrar en el negocio de la generación de electricidad mediante la transformación de los tejados “infrautilizados” en energía verde.
Este proyecto cuenta ya con 5.537 instalaciones fotovoltaicas gestionadas a 30 de junio, un 184,7 % más respecto a junio 2020.