El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, ha defendido la idea de apostar por una transición energética que evite los "radicalismos ideológicos" y que otorgue un mayor papel protagonista al gas natural y al petróleo.
Ha sido en una breve entrevista en 'Cinco Días', donde el consejero delegado de la multienergética ha dado sus impresiones sobre los elementos que considera clave en esta llamada transición hacia nuevas fuentes de energías más limpias.
Lo primero que ha dejado claro Imaz es que rechaza el concepto de "revolución energética" si esto supone una ruptura entre el modelo anterior y el nuevo. "Si queremos hacer una revolución nos vamos a equivocar de cuajo. Y en Europa creo que estamos empezando a corregir el tiro, pero ya nos hemos equivocado bastante en materia energética", ha aseverado en su intervención.
La transición energética para Repsol
El CEO de la energética ha justificado esta postura porque si se observa la demanda, la energía renovable representa actualmente en el mundo apenas el 11,7% de la energía total, frente al resto que procede de fuentes fósiles.
En esta línea, ha subrayado que la energía "no puede estar sujeta a la política climática", en referencia a la descarbonización. Aquí ha explicado que si bien considera este elemento un componente "muy importante", también hay que poner "en pie de igualdad" la seguridad de suministro.
"Nos olvidamos en Europa de la seguridad de suministro y creamos dependencia con Rusia y hemos pagado el pato", ha continuado explicando Imaz, para concretar que su apuesta es por una descarbonización que garantice el suministro y una energía "barata" y "asequible".
La electrificación, mayor emisor de CO2
Y es que el representante de Repsol ha instado a "matar mantras" energéticos, sobre todo en lo que concierne a la electrificación, sector en el que Repsol se encuentra "parcialmente".
Sobre si la electrificación es la "solución" en el contexto de una transición energética, Imaz ha recordado que es precisamente la electricidad la mayor emisora de dióxido de carbono (CO2) del mundo, básicamente porque buena parte se genera con carbón y se llegan a emitir hasta 10.000 millones de toneladas de CO2 al año.
"Esto es mucho más de lo que emite todo el transporte junto (...) tenemos que empezar a romper un poco determinados mantras", ha subrayado durante su discurso.
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