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Impacto de los precios mayoristas de la electricidad en los consumidores

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Desde el año 2021 estamos padeciendo la mayor crisis energética conocida en este siglo y, muy probablemente, la mayor de la historia de la Unión Europea. El continuo incremento del precio del gas natural debido a múltiples factores y tremendamente acentuado por el conflicto bélico en Ucrania, así como el efecto de la especulación en el mercado de derechos de emisión de CO2, han provocado que los precios en el mercado mayorista de electricidad en España hayan escalado hasta los 545 €/MWh, con máximos horarios de 700 €/MWh.

Para ponerlos en contexto, el precio medio alcanzado el 8 de marzo es 3 veces superior al máximo que existía en el mercado hasta el verano del año 2021, 5,5 veces el precio alcanzado durante la borrasca Filomena en el año 2021 y más de 5 veces superior al precio máximo registrado con anterioridad al año 2021.

<<El precio medio alcanzado el 8 de marzo es el mayor de la historia, 5,5 veces el precio alcanzado durante la borrasca Filomena>>

El efecto del sistema marginalista de fijación de precios de electricidad, que retribuye toda la generación casada en el mercado al precio de la tecnología más cara, actualmente el de las centrales térmicas de ciclo combinado con gas natural, pese a que su aportación al mix de producción de electricidad en España suponga cifras tan sólo del entorno del 10-20%, es catastrófico sobre los consumidores finales y no sólo lastra la recuperación económica post-pandemia, sino que podría provocar una recesión mayor que cualquiera de las registradas en las crisis económicas previas.

El precio final o minorista que pagan los consumidores depende del contrato que tengan pactado con su comercializadora, existiendo dos tipos fundamentales: el precio fijo, habitualmente propio del mercado libre, y el precio variable, asociado con el grueso de los consumidores con tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor y también con ciertos contratos en mercado libre. Si bien, las ofertas a precio fijo realizadas por las comercializadoras no pueden ser ajenas a la situación actual del mercado libre y a las previsiones y cotizaciones a futuro de los costes energéticos.

<<Un consumidor doméstico en precio regulado pagaría este año más de 100 € mensuales más que su recibo medio de 2021, el año más caro de la historia>>

Según los datos obtenidos por ACENEL, la Asociación de Comercializadoras independientes de Energía Eléctrica, el efecto sobre la factura de los consumidores es el siguiente:

  • Para las viviendas en precio regulado, con un consumo considerado del entorno de 4 MWh anuales y una potencia de 5 kW, el recibo medio mensual aumentaría más de 105 € y cerca de 1.300 € en el conjunto del año frente al 2021 (el año más caro registrado nunca), si el mercado arroja los precios a los que cotizan en la actualidad los mercados de futuros y pese a mantenerse los tipos reducidos en el IVA y el Impuesto Eléctrico durante todo el año. Si lo comparamos con el año 2020, la subida sería de más de 130 € mensuales o 1.600 € anuales. La factura de la luz sería un 120% más elevada que la del año 2021 y triplicaría la registrada en 2020.
  • Para aquellos consumidores con bono social, que obtengan todo el descuento por su consumo y pese al aumento del mismo hasta el 30 de abril de 2022, el recibo medio mensual duplicaría con creces lo obtenidos en 2021 y 2020.
  • Para locales comerciales y hostelería, de tener precios indexados al mercado mayorista y con un consumo considerado del entorno de 100 MWh anuales y una potencia de 30 kW, el recibo aumentaría en el entorno de 3.000 € mensuales, lo que sería un 150% superior al 2021 y prácticamente quintuplicaría lo que habría pagado esa misma empresa por un consumo similar en el año 2020.

<<Los consumidores vulnerables acogidos a bono social pagarían este año más del doble que el 2021 y los comercios y restaurantes quintuplicarían su recibo medio del año 2020>>

El conjunto de la excepcional situación de guerra, su enorme efecto sobre los costes energéticos y los beneficios sobrevenidos del sistema de fijación de precios marginalista actual sobre las eléctricas tradicionales y gran parte de los productores de electricidad, son totalmente contrarios al interés general.

Por todo lo anterior, desde ACENEL proponemos la modificación del sistema de fijación de precios en el seno de la UE, para desacoplar el precio mayorista de la electricidad (y su influencia sobre los precios que pagan los consumidores) de las cotizaciones del gas natural y los derechos de emisión de CO2, responsables tan sólo del aumento en el coste de producción de una pequeña parte de la electricidad consumida en España.

También proponemos atajar los beneficios sobrevenidos de todos aquellos productores que no emplean el gas natural para generar electricidad y el desarrollo de las subastas de energía alternativas legisladas por el Gobierno en septiembre del 2021, en beneficio de la efectiva competencia de precios en el mercado eléctrico.

Javier Colón es presidente de ACENEL.

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