"El que ha sido el artífice técnico de todas las decisiones que se han tomado en los últimos años en el CSN, **Antonio Munuera **(director técnico de Seguridad Nuclear), que se había despedido a mediados de noviembre anunciando su jubilación, y que incluso organizó una fiesta de despedida, en realidad salió por la puerta de atrás y ahora es el director de la fábrica de ENUSA en Juzbado" explican fuentes internas del CSN, "y eso es indecente, el salto de Munuera como regulador a una compañía a la que él mismo ha regulado no tiene nombre".
"Y no solo es indecente, es que le han premiado con un sueldo de más de 100.000 euros", explican otras fuentes, "ahora lo que habría que preguntarse es por qué".
No son los únicos que piensan así. El sindicato ASTECSN (Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica) ha ido más allá y ha denunciado que esta decisión es incompatible con la ley.
"El Estatuto del CSN, aprobado mediante Real Decreto 1440/2010, de 5 de noviembre, en su artículo 38 'Direcciones Técnicas de Seguridad Nuclear y de Protección Radiológica' indica en el apartado 2: Los titulares de dichos órganos de dirección estarán sujetos al mismo régimen de incompatibilidades que se establece respecto del Presidente y los Consejeros en el artículo 27 del presente Estatuto."
Y ese artículo, en el punto 2, dice textualmente:
_2. Al cesar en su cargo y durante los dos años posteriores no podrán ejercer actividad profesional alguna relacionada con la seguridad nuclear y la protección radiológica. _
"Este blindaje jurídico, para impedir la salida de personas con responsabilidades en el CSN hacia las empresas objeto de su regulación, tiene su fundamento en la necesidad de garantizar la independencia del regulador, crucial para desarrollar su labor como garante de la seguridad nuclear y la protección radiológica por encima de cualquier interés económico, político, mediático o de otra índole", dice el sindicato en un comunicado.
Para ASTECSN, "Munuera ha contribuido de manera fundamental a la pérdida de transparencia e independencia en la que se encuentra en estos momentos el organismo regulador. Sus decisiones, muy cuestionadas y criticadas, han quebrantado principios que eran referentes del prestigio que habíamos alcanzado. Entre ellas, cabe mencionar: el cese del jefe de área de experiencia operativa por oponerse a un recorte en la comunicación al público; el cese del inspector residente de la central nuclear de Almaraz por no reducir el número de hallazgos identificados, tal y como se le solicitaba; la modificación de procedimientos para concentrar en su persona la toma de decisiones importantes para la seguridad nuclear; el recorte de la comunicación entre la inspección residente y los técnicos del CSN; la reducción en el número de expedientes sancionadores, hallazgos, sucesos notificables e inspecciones reactivas ante incidencias en centrales nucleares; y la ocultación al Pleno del CSN de información trascendente para la toma de decisiones. En definitiva, decisiones que han afectado negativamente a la cultura de seguridad en el regulador".
Según ha podido saber El Periódico de la Energía, podría ser que en las próximas semanas el Gobierno pida a la Oficina de Conflicto de Intereses que revise ese dictamen. Ya veremos en qué queda todo.
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