La agricultura es uno de los sectores que más consume energía. Además del combustible para las máquinas agrarias, el riego de los campos cada vez resulta más caro por los costes energéticos. La electricidad es básica para el bienestar de los agricultores. Por eso el autoconsumo energético se ha convertido en una solución para el cultivo hortofrutícola.
Una de las grandes posibilidades del sector es el aprovechamiento de las cubiertas de los invernaderos para instalar paneles solares. De esta manera, los agricultores consiguen reducir en parte su factura de la luz. Y otra posibilidad es utilizar paneles solares para formar un invernadero.
Un ejemplo de ello es lo que ha llevado a cabo la compañía Eiffage Energía en Francia. Acaba de poner en marcha 117 invernaderos fotovoltaicos con una potencia total de 11,7 MWp, en la provincia de Herault, en la región de Occitania.
Cada uno de los invernaderos tiene una capacidad de 100 kW y en su interior se desarrollan diversos cultivos, como hortalizas, frutos rojos, uvas de mesa, legumbres y arboricultura.
Los invernaderos se dividen en agrupaciones de 92 ‘Full Sun’ (provistos de una ventana de luz grande) y otros 25 ‘Chess Board’ (por sus ventanas en forma de tablero de ajedrez) en una extensión de 200.000 metros cuadrados de superficie construida.
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