Los dueños de casas con techos planos dudan entre poner jardines para refrescar la casa o producir electricidad mediante la instalación de un sistema fotovoltaico. La combinación de ambos se había considerado complicada porque la superficie era a menudo demasiado pequeña y el crecimiento de las plantas podría hacer sombra a los módulos solares con el paso del tiempo.
La Asociación Suiza Solarspar ha dado un primer paso, junto con investigadores de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich (ZHAW), para resolver este problema. Como parte de un proyecto piloto, el equipo ha desarrollado un sistema que está alineado para proporcionar nuevas ideas para el mejor uso de las áreas de la azotea ajardinadas en relación con los sistemas solares, anunció la asociación suiza esta semana.
Desde 2012, Solarspar y la ZHAW han estado buscando nuevos métodos para combinar sistemas solares con áreas verdes en la azotea. En una instalación de prueba, los investigadores han descubierto que una plantación debajo de los módulos no tiene un efecto de enfriamiento significativo, explicó la asociación de Sissach. Sin embargo, la evaluación de las trampas de escarabajos ha mostrado un impacto positivo en la biodiversidad.
Lo más importante de la investigación es que los módulos verticales bifaciales, con orientación este-oeste, resultan los más adecuados para las azoteas con plantas. Una orientación / alineación este-oeste de los módulos permite la producción de electricidad durante los tiempos de mayor demanda del día. Según Solarspar, las plantas de color gris plateado como la rosa blanca y el tomillo estimulan el reflejo de la luz solar, lo que conduce a una mayor producción de energía solar.
Por primera vez, los investigadores han aplicado sus nuevos hallazgos en un tejado de una residencia de la tercera edad en Suiza. Los investigadores instalaron pequeños módulos diseñados específicamente con 20 células en una subestructura de Zinco. Los módulos solares más grandes podrían haber sido montados solamente a una distancia más amplia debido al sombreado, y habrían hecho frente a demasiada tensión del viento.
Según Solarspar, el prototipo, que cuenta con un apoyo de 44.500 euros en fondos de Stadtwerk Winterthur, permite realizar extensas pruebas de una superficie de tejado plantada combinada con módulos pequeños en condiciones naturales.