El director general de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), Adnan Amin, está de visita en España y ha aprovechado para alabar el Plan Nacional de Energía y Clima presentado por el gobierno en Bruselas. "España se convertirá en uno de los países líder en transición energética", ha dicho en rueda de prensa pero no será la primera vez, "España ya lo fue en décadas pasadas, pero se detuvo con la crisis económica, y ahora lo puede volver a ser porque tenemos otro contexto, no solo económico sino tecnológico".
"Por eso, considero que el objetivo renovable del 42% para 2030 que propone el gobierno no solo es posible sino que le situará como líder de renovables a nivel mundial", ha asegurado, "de hecho, los cambios en costes y tecnologías que se esperan en estos años para las renovables serán tan rápidos que incluso es complicado prever lo que ocurrirá en 10 años, incluso estoy seguro que en solo cinco los cambios serán muy grandes".
"España puede asumir ese objetivo del 42% porque tiene un gran potencial empresarial, con grandes compañías energéticas y un sector renovable líder, también porque dispone de territorio y buena situación geográfica, además de un buen nivel económico y político, y un sistema eléctrico preparado para ello. Entonces, ¿por qué no?", ha afirmado.
Amin ha recordado que el coste de las tecnologías renovables seguirá cayendo en los próximos años, "incluso en el caso de la solar disminuirán a la mitad para el 2020", ha dicho, "una curva que es descendiente en los últimos años, solo en los últimos 7-10 años sus costes han caído un 73%". De hecho, según el último informe de la agencia, todas las renovables serán competitivas para el 2020, lo que propiciará que en los próximos toda la nueva capacidad que se instale en el mundo será siempre renovable.
"Llegar hasta el primer billón de dólares de inversión en tecnologías renovables en todo el mundo fue una cuestión de décadas, sin embargo el segundo billón tardó tres años y en 2017 ya se invirtieron 330.000 millones de euros, la mayor cifra hasta la fecha, sobre todo en los países emergentes", explica Amin, "y detrás de esas inversiones está la creación de empleo". Según datos de IRENA, el sector de las energías renovables creó más de 500.000 nuevos empleos a nivel mundial en 2017, un aumento del 5,3% con respecto a 2016, y el número total de personas empleadas en el sector (incluidas las grandes centrales hidroeléctricas) asciende a 10,3 millones globalmente, superando por primera vez los 10 millones.
China, Brasil, Estados Unidos, India, Alemania y Japón siguen siendo los mayores empleadores en el área de las renovables, representando más del 70% de todos los puestos de trabajo de la industria a nivel mundial, pero la apuesta decidida del gobierno español por el desarrollo de estas tecnologías también se va a traducir en un aumento del empleo en nuestro país. "España va a generar en la próxima década alrededor de 300.000 empleos ligados a sectores en los que España es muy competitiva", en clara alusión a los sectores de la industria, la construcción y las renovables.
"Pero España no solo generará más empleo, también experimentará un ahorro importante en la balanza energética, al sustituir las importaciones de combustibles fósiles por renovables", señala el máximo responsable de IRENA, "eso supondrá ahorros anuales de más de 6.000 millones de euros hasta 2030, en total, unos 75.000 millones de euros en importaciones de hidrocarburos por las medidas contenidas en el plan".
Uno de los grandes cambios que va a suponer la transición energética a nivel mundial es el desarrollo de las interconexiones. "Serán un potencial de futuro, no solo en Europa sino también en los países del Golfo, el norte de Áfria e incluso China, su principal impulsor", ha dicho, "eso permitirá el intercambio de energía, esencialmente renovable, entre los diferentes países y cambiará las dinámicas de poder geopolítico que están establecidas en la actualidad".
Las consecuencias geopolíticas y socioeconómicas de una nueva era energética serán tan profundas como las que acompañaron al cambio desde la biomasa hacia los combustibles fósiles de hace dos siglos, según su informe "Un nuevo mundo". La transformación energética cambiará la forma de gobernar tal y como la conocemos. Y es que a diferencia de los combustibles fósiles, las fuentes renovables están disponibles en una u otra forma en la mayoría de las zonas geográficas.
https://elperiodicodelaenergia.com/las-renovables-cambiaran-las-relaciones-de-poder-entre-paises-y-la-geopolitica-del-futuro/
Por último, Adnan Amin ha señalado un último cambio disruptivo para el sector y la sociedad del futuro: las nuevas tecnologías. "Transformarán el sistema energético, y no solo se producirá en los países sino que afectará también a las grandes 'utilities' y multinacionales de todo el planeta", ha concluido.
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