La electricidad y los cambios en el sector energético y de la movilidad han calado tanto en la sociedad que hasta el humorista José Mota se ha hecho eco en el programa de Nochevieja que todos los años presenta en la 1 de TVE antes de las doce campanadas de final de año.
El sketch comenzó con el anuncio de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de que el "Ejecutivo apuesta de manera efectiva por la retirada de vehículos diésel y gasolina en 2040. Aún así tras darle varias vueltas a este asunto, nos hemos dado cuenta que esta medida no soluciona de manera definitiva el problema del medio ambiente. Vamos a retirar también los coches eléctricos porque la fabricación de las baterías también contamina", así que en el sketch de humor proponen el "coche empujao", el de toda la vida, no contamina, cero CO2.
También se hace una parodia de la subida de la factura de la luz. "Entrarán y lo primero que harán será apagar la luz" dice el caracterizado como Pedro Sánchez, al haberse producido una protesta en el interior del Palacio de La Moncloa por un grupo de pensionistas, "está el kilovatio al término fijo en 0,18 euros, y hasta que no me aprueben los presupuestos, hay que ajustarse".
Entre los presentes se genera una discusión sobre los diferentes precios que las comercializadoras cobran el kilovatio hora a sus clientes. "¿A cuánto ha dicho el presidente que le cobran el kWh?" dice el humorista y actor Carlos Iglesias, "a 0,18 ha dicho, no?", le contestan. "Pero ¿cómo es posible? A mi me lo están cobrando a 0,20", responde.
Continúa el sketch con el precio del kWh en Parla, que es de 0,17. "Y ¿cómo es posible que yo tenga un cuñado que está pagando la luz en Quintanar de la Orden a 0,16? Por favor", añade el actor, "apaga ya sí eso".
El asunto llega a mayores en un hospital cuando un enfermo, a punto de morir, le dice a un Pepe Navarro vestido de cura que quiere ir "hacia la luz", y entonces un comercial de una eléctrica aparece y le anuncia la subida de los precios desglosándole cada una de las partes de la factura. "Tenemos varias ofertas", le presenta, "la primera la muerte premium, 50.000 vatios al final del túnel, eso es entrar en el más allá como Lady Gaga, luego tenemos la muerte estándar que son 57 bombillas led, y que pasa a llamarse la led al final del túnel, y luego tenemos la muerte de bajo consumo, que pa' mi va un poco justillo porque no lleva luz ni lleva nada".
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