Vivimos en una era donde somos cada vez más conscientes de los desafíos ambientales que enfrentamos como sociedad, y, precisamente por eso, es innegable que la transición hacia las energías limpias ya no es una opción, y nuestro planeta lo está exigiendo. En este sentido, la adopción masiva de energías renovables es clave para combatir, entre otras cosas, el daño que provocan los principales emisores de gases de efecto invernadero. Al utilizar fuentes como la energía solar o la eólica, podemos hacer frente a dichos emisores, y disminuir significativamente su impacto negativo en el clima.
Partimos del problema de que el peligro que suponen los gases de efecto invernadero es su contribución al calentamiento global y al cambio climático. Las emisiones de dióxido de carbono resultantes de la combustión de los hidrocarburos, por ejemplo, están provocando un aumento en las temperaturas globales, lo cual derrite los casquetes polares, elevando el nivel del mar. Otros contaminantes como los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre contribuyen a enfermedades respiratorias, cardiovasculares y problemas pulmonares. Con todo ello, es evidente que reducir nuestra dependencia de estas fuentes de energía y buscar alternativas más sostenibles es algo fundamental a estas alturas.
En España, podemos estar muy orgullosos del avance que hemos hecho con el uso de las renovables, y es que, según la Red Eléctrica de España, somos el segundo país europeo con más potencia renovable instalada, por detrás de Alemania. Hemos producido tanta energía que, por primera vez desde el 2015, nuestro país ha cerrado con un saldo exportador, apoyando especialmente a nuestros vecinos franceses y portugueses. Tal y como estima la organización, nuestro parque generador español obtuvo un total de 5,9 GW nuevos provenientes de las renovables: 4,5 GW gracias al sol, y 1,4 gracias al aire.
Transición energética: un gran reto pendiente, pero con numerosos beneficios
Aunque las fuentes alternativas son capaces de ofrecer la posibilidad de diversificar la matriz energética, y, por ende, reducir la dependencia de agentes externos, seguimos viendo como todavía existen muchos países que se ven obligados a importar grandes cantidades de combustibles fósiles, exponiéndose a la volatilidad de los precios internacionales y a posibles interrupciones en el suministro.
La transición hacia una economía basada en energías verdes es capaz de generar una demanda significativa de nuevos avances. Entre otras cosas, se necesitará fabricar paneles solares y turbinas eólicas, instalar y mantener sistemas funcionales, o investigar y desarrollar tecnologías innovadoras. Todo ello es un reto muy complejo, pero a su vez, contribuirá con la creación de empleos en múltiples sectores, y estimulará las economías de nuestras comunidades.
Aunque muchas poblaciones rurales alrededor del mundo carecen de acceso a la red eléctrica convencional, limitando su desarrollo socioeconómico y calidad de vida, las fuentes renovables son capaces de ofrecer soluciones rentables y duraderas para estas regiones, brindando a su vez oportunidades para contribuir a la educación, a la salud pública y al bienestar general de los ciudadanos.
Colaboración público-privada
Además, es fundamental que los gobiernos y las empresas público-privadas colaboren para promover y acelerar dicha transición energética. Se necesita más que nunca implementar políticas y regulaciones favorables que incentiven la inversión en infraestructuras y tecnologías, así como fomentar sus investigaciones y desarrollos. También es esencial informar y concienciar a la población sobre los beneficios de las energías verdes, y promover un cambio en los patrones de consumo energético. La educación y la divulgación de esta información desempeñaría un papel clave en este proceso.
Es importante reconocer que esta transición no será un proceso fácil ni libre de desafíos. Requiere una inversión significativa para la superación de múltiples barreras. Pese a todo ello, es momento de tomar medidas audaces y decisivas, y construir un futuro próspero para las generaciones que están por venir. Contribuir a la transición energética con el uso de las renovables ya es un deber, y supone una oportunidad única para transformar nuestra relación con el planeta, a la vez que garantizamos un futuro sostenible para todos.
José Antonio Afonso es Segment Manager en Eaton Iberia
galan
24/07/2023