La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado ligeramente al alza sus expectativas sobre la demanda mundial de petróleo tanto para este año como para el próximo, e hizo notar las expectativas de los operadores hacia un incremento del precio del barril, aunque modesto.
En su informe mensual sobre el mercado del oro negro, la AIE indicó que ahora calcula que el consumo aumentará en 1,6 millones de barriles diarios en 2016, hasta 97,7 millones, y en 1,4 millones en 2018, hasta 99,1 millones, lo que significa en ambos casos 100.000 barriles más de lo que había anticipado en agosto.
Paralelamente, hizo notar que la producción disminuyó en agosto en 720.000 barriles diarios hasta 97,7 millones, algo que no ocurría desde hacía cuatro meses.
Y aunque una parte de ese descenso se debió a recortes imprevistos (en particular por el impacto de las revueltas en Libia) y a operaciones de mantenimiento de los pozos, también pesó el hecho de que la OPEP y los países asociados al pacto de reducción de la producción cumplieron en mayor medida sus compromisos.
Los doce Estados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) implicados en ese pacto elevaron del 75% en julio al 82% en agosto su nivel de cumplimiento (un 86% en los ocho primeros meses del año), mientras que los otros 10 asociados lo respetaron con creces (más del 100%), algo que no había ocurrido hasta ahora.
Las extracciones del cártel petrolero el mes pasado se redujeron en 210.000 barriles diarios hasta 32,67 millones, y en eso pesó en particular Libia, que se quedó en 0,87 millones de barriles diarios, frente a los 1,01 millones de julio.
Las operaciones de mantenimiento hicieron disminuir en 500.000 barriles diarios la producción de los países que no pertenecen a la OPEP, hasta 58 millones de barriles diarios, aunque esa cifra sigue siendo 1,2 millones superior a la de un año antes, gracias en particular a Estados Unidos, Kazajistán, Rusia, Canadá y Brasil.
En cuanto al huracán Harvey, que afectó una zona tan estratégica para el mercado petrolero como es el Golfo de México, los autores del informe estimaron que disminuyó las extracciones en unos 200.000 barriles diarios en agosto de media, que serán 300.000 en septiembre. Resultaron particularmente afectados los pozos en el interior de Texas.
La agencia justificó sus nuevas proyecciones de un mayor incremento de la demanda global a la vista de la dinámica del segundo trimestre de este año, cuando se dio un reforzamiento de la recuperación económica en los países de la OCDE.
Entre abril y junio, la subida fue de 2,3 millones de barriles diarios si se compara con el mismo periodo de 2016, lo que significa el mayor ascenso interanual desde mediados de 2015.
El consumo de productos petrolíferos en los últimos meses ha dado muestras de afirmarse, en particular en Estados Unidos y en Europa.
Por otro lado, la AIE constató que las reservas industriales se mantuvieron estables en julio, cuando lo normal es que aumenten en ese mes.
Así, se quedaron en 3.016 millones de barriles, lo que significa que se ha reducido considerablemente la diferencia con respecto a la media de los últimos cinco años.
Esa estadística importante para medir el desequilibrio entre oferta y demanda que había propiciado el hundimiento de los precios del barril se limitaba en julio a 190 millones de barriles (214 millones un mes antes), y la agencia avanzaba que el descenso podría ser mayor en agosto y septiembre.
En el caso de los productos petrolíferos, el "superávit" con respecto a la media de las reservas en los últimos cinco años se quedó en 35 millones de barriles, y podría reducirse a 0 para finales de año, según los autores del estudio.
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