La alta fiscalidad ahoga a las centrales nucleares en España

La alta fiscalidad está poniendo en un brete a la nuclear en España. Un último informe realizado por Energía y Sociedad, señala que el parque nuclear ha funcionado en 2020 con flujos de caja negativos, es decir, los precios del mercado no han cubierto sus costes operativos, impuestos y tasas. O para que se entienda, el precio al que venden la energía no ha sido suficiente para cubrir todos los costes.

Es cierto que el año 2020 fue un año especial, en el que el precio de la electricidad medio durante el año fue el más bajo prácticamente de la historia con 34 €/MWh. Pero la situación de las centrales es complicada y su futuro podría verse afectado por la alta fiscalidad que soportan.

Según Energía y Sociedad, la presión fiscal (incluida la tasa Enresa) sobre las centrales nucleares se ha incrementado un 430% desde 2008 lo que las ha conducido a una situación crítica.

Además, durante el año pasado, se ha incrementado esta presión fiscal, con nuevos impuestos y cargas y con la subida de la tarifa para la financiación de ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos), un 19% superior a la anterior. Según la organización, en 2021 esta presión será aun más alta, al aplicarse la nueva tasa catalana durante el año completo. En el entorno de unos 5€/MWh más.

Según el estudio de Energía y Sociedad, desde 2013, momento en que entró en vigor la Ley 15/2012, no es posible recuperar la amortización de inversiones pasadas ni por supuesto queda margen para retribuir al capital. Dados los altos impuestos que sufren (>20 €/MWh) se requerirían ingresos superiores a los 60 €/MWh, muy lejos del precio medio actual y previsto en el mercado. ****

Antes se decía que el precio de la nuclear para ser rentable debía situarse en los 40-45 €/MWh.

Esta fiscalidad ahoga a la energía nuclear que tiene un calendario de cierre hasta el año 2036. Es decir, que tiene que estar operativa al menos 15 años más para poder sufragar el coste de la gestión de sus residuos y mantener la seguridad del suministro eléctrico.

Mientras tanto, está previsto que en la próxima década se instalen cerca de 60 GW nuevos de renovables, que sumados a los 55 GW que ya posee el mix eléctrico español empujarán los precios del mercado mayorista a la baja. Eso dificultará aún más la rentabilidad de las centrales nucleares durante los próximos años.

Por ejemplo, este mes de febrero, con los precios tan bajos, la nuclear no llega a cubrir ni los impuestos con la energía vendida en el mercado. Aunque a decir verdad, las nucleares cierran en acuerdos bilaterales con las comercializadoras de su propia marca a unos precios que se desconocen. De cualquier forma, si no es la generación sería la comercialización quien pagase el pato.