Mientras Estados Unidos busca desvincularse de las cadenas de suministro chinas apostando por sus propios recursos de petróleo y gas, industrias como la eólica marina han enfrentado una serie de desafíos económicos, desde órdenes de suspensión de trabajos hasta la eliminación de incentivos fiscales y el aumento de los costos por la inflación.
A pesar de las condiciones desfavorables en EEUU, investigaciones de Rystad Energymuestran que la nueva capacidad eólica marina global alcanzará los 16 gigavatios (GW) para finales de 2025 gracias a proyectos ya en marcha, dos tercios de los cuales se están desarrollando en China. Para 2030, Rystad Energy pronostica que los proyectos de energía eólica marina en China representarán el 45% de la capacidad acumulada mundial, lo que dificultará que el mercado estadounidense pueda competir a largo plazo, independientemente de posibles cambios en sus políticas.
“Está claro ahora que el cambio de política energética en EEUU no solo detiene o ralentiza el avance de proyectos de energía eólica marina previamente aprobados, sino que también aleja a desarrolladores europeos de invertir en el país. Puede que se haya desvinculado la cadena de suministro entre EEUU y China, pero la posición de China como líder mundial en energías renovables podría haberse fortalecido aún más como resultado de esta política”, afirma Alexander Fløtre, vicepresidente senior y jefe de investigación en energía eólica marina de Rystad Energy.
Cae la inversión en EEUU
Ya están surgiendo efectos claros. Las inversiones en energías renovables en EEUU han caído un 36% interanual en lo que va de 2025, mientras que las inversiones europeas están en aumento, ya que las empresas redirigen su capital fuera de EEUU. Se emitieron órdenes de suspensión de trabajos tanto para el proyecto eólico marino de Orsted en Rhode Island como para el de Equinor en Nueva York; este último logró llegar a un acuerdo que levantó la prohibición impuesta por la administración.
Un juez federal revocó la orden contra el proyecto Revolution de Orsted, aunque aún está por verse si continuará la batalla legal. Para seguir siendo atractivas para los inversores, Orsted y otras empresas similares deben evaluar todas las opciones para sus desarrollos de energía eólica marina y su presencia general en EEUU.
Por otro lado, la empresa china CNOOC anunció que está ampliando su cartera de energía eólica marina, con un proyecto clave de 1,5 GW en Hainan CZ7 que se espera entre en operación antes de 2030. El proyecto ya fue aprobado y será el primero a escala comercial de CNOOC. Para las empresas energéticas europeas con menor exposición en EEUU, su dependencia de China y otros países solo se verá reforzada.
Las posibilidades de crear una cadena de suministro alternativa, basada en energías renovables, que pueda competir con China son escasas, ya que los fabricantes de equipos originales (OEM) occidentales están regresando al entorno empresarial favorable del país después de haber salido en 2020. El desafío es considerable: un análisis de plataformas de turbinas con certificación tipo IEC, comúnmente usadas en Europa, revela que aproximadamente el 25% de los sitios de fabricación que producen componentes clave para OEMs occidentales están ubicados en China.
“La industria eólica europea ha tomado nota, y los responsables políticos están actuando para reducir la dependencia de las importaciones chinas y fortalecer la cadena de suministro de energía eólica nacional. Las autoridades esperan que estas medidas fomenten el desarrollo de la manufactura local sin disparar los costos”, dice Andrea Scassola, vicepresidente de investigación en cadena de suministro de Rystad Energy
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