Política energética

La energía flexible, el modelo de futuro que conseguirá bajar el precio de la electricidad

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Una de las principales quejas de los consumidores españoles es que pagan una de las facturas de electricidad más caras de Europa  pero según "La Energía Flexible", el último informe de Javier García Breva, experto en energía y presidente de la consultora N2E, es posible abaratarla con un cambio de modelo energético.

"Los elevados precios de la electricidad para empresas y consumidores contrastan con los avances que se están produciendo en la competitividad de las tecnologías renovables y de almacenamiento que abaratan la energía", dice en su informe García Breva. En su opinión, el modelo energético convencional, basado en la oferta de generación centralizada con combustibles fósiles y energía nuclear, se ha sostenido mediante una regulación que ha protegido los ingresos suficientes para garantizar su viabilidad, cerrando el mercado a la competencia y derivando sus costes a los consumidores.

Por eso propone un modelo descentralizado o inclusivo, es decir, que se incorporen autoconsumidores, generación distribuida, baterías de almacenamiento, contadores y aplicaciones inteligentes y agregadores que les faciliten la gestión de la demanda y su participación en el mercado eléctrico.

Según el informe, los precios de la luz se mantienen elevados porque falta competencia y más renovables. Es necesario una transformación del modelo energético, con un mix de energías autóctonas, sin CO2, y la integración masiva de renovables en el urbanismo y en el transporte mediante la generación distribuida y la gestión de la demanda. Todo ello producirá importantes ahorros en la renta nacional (menos déficit comercial) y en la renta disponible (energía más barata); modificará la economía en aspectos estratégicos como la mayor productividad, empleos de calidad, desarrollo del sistema de innovación, nuevas especializaciones productivas e impulsará el desarrollo económico local.

Y entre todos estos aspectos, el experto destaca la combinación renovables más almacenamiento como alternativa al back-up fósil actual en el mix eléctrico. "El descenso de costes de las renovables y las baterías de almacenamiento hará que la capacidad mundial de almacenamiento se multiplique por diez en 2022, que el mercado solar y eólico bata todos los récords de compra de energía renovable a través de contratos PPA, con reducciones de costes hasta en un 40%, y que multitud de empresas se planteen el objetivo 100% renovable por razones económicas".

En definitiva, el informe asegura que las renovables con almacenamiento ya son competitivas respecto a los combustibles fósiles y que dentro de dos décadas, en 2040, los precios de las baterías desciendan un 80%, haciendo que las ofertas de energía solar y eólica con almacenamiento sean aún más competitivas.

Pero la propuesta de una energía flexible no solo responde a los sistemas híbridos de renovables con baterías, sino a un modelo donde las microrredes se interconecten a través de plantas de generación virtual (VPP), que podrían funcionar como una central eléctrica y participar directamente en el mercado eléctrico como agregadores de demanda.

Además la digitalización permitirá un nuevo avance en el modelo energético, que reducirá los costes a la red y permitirá ahorros

en el recibo de la luz a través de la gestión inteligente de la demanda en tiempo real en cada centro de consumo. García Breva ha llamado almacenamiento flexible a esta combinación entre aplicaciones inteligentes, conectadas a la autogeneración renovable, a la carga del vehículo eléctrico y a la calefacción.

Por último, el informe destaca el papel de la bioenergía o biomasa como parte fundamental de este cambio de paradigma energético. "La bioenergía es imprescindible para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones por ser decisiva en la gestión de residuos. La biomasa, el biogás y su transformación en biometano, como parte del concepto de economía circular, son la mejor alternativa para una calefacción y movilidad sostenibles a precios mucho más bajos que los del gas o el gasóleo".

En definitiva, digitalización, almacenamiento, eficiencia en edificios, vehículo eléctrico o movilidad bajo demanda son parte de la transformación que se espera del sistema energético, no solo de España, sino del resto del mundo. Una transición energética que, según el experto, evitará la próxima crisis economía. "El clima determinará la energía y la economía, y el CO2 obligará a modificar las prioridades de la política energética", ha concluido.

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