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La fotovoltaica pide reducir al 25% el peso del termino fijo en la factura de la luz

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La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha pedido realinear el término fijo de la tarifa eléctrica con los porcentajes de los países del entorno "para dar una señal de precio adecuada a los consumidores", situando su peso en el 25% de la factura de la luz y el de la variable en el 75%.

En un comunicado, la asociación señala que actualmente en España es una excepción a nivel internacional, ya que el peso de la parte fija es de un 40%, mientras que la media de los países europeos es de un 22%.

Esta medida supondría volver a una situación similar a la anterior a las subidas del término de potencia que se produjeron entre 2012 y 2015, añade la patronal.

En el marco de la reforma de la estructura tarifaria de la factura eléctrica que se llevará a cabo en los próximos meses en España, UNEF ha elaborado un informe con el que señala que "persigue" dar indicaciones sobre los elementos que deberían guiar esta reforma para que se garantice un alineamiento con los principios de la transición energética y el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

El presidente de UNEF, Jorge Barredo, ha destacado que la revisión de la metodología tarifaria debe considerar los elementos de política energética necesarios para la transición, "de forma que la tarifa resultante no sea una barrera a su implantación".

"Repercutir los costes del sistema en el término de potencia supondría un freno a las políticas más innovadoras identificadas en el PNIEC, como son el fomento del autoconsumo y de la eficiencia energética", ha añadido.

Así, la asociación valora que para que se implementen medidas de eficiencia energética se requiere "una fuerte señal de precios al consumo de energía, ya que un alto peso del término fijo reduce el ahorro económico que implica el ahorro energético".

De esta manera, subraya que este efecto distorsionador afecta "de manera aún más acusada" a los consumidores en situación de pobreza energética que, con el actual diseño de la tarifa, destinan una mayor proporción de su factura a sufragar los costes del sistema.

Además, considera que un aumento de la parte fija de la factura desincentiva la instalación del autoconsumo, pues los aumentos en el término de potencia alargan los plazos de amortización de estos proyectos y producen un efecto inadecuado en el consumidor, que observa que paga 'lo mismo' independientemente de su consumo.

IMPIDE EL DESARROLLO DEL COCHE ELÉCTRICO.

Por último, UNEF señala que la tarifa actual dificulta el desarrollo de la infraestructura de carga del vehículo eléctrico, ya que una tarifa con un alto término de potencia no se adapta al perfil de uso de la red que realizan las estaciones de recarga del vehículo eléctrico.

La patronal fotovoltaica subraya que estas consumen una gran cantidad de energía en periodos cortos de tiempo, por lo que requieren potencias contratadas elevadas.

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3 comentarios

  • Miguel

    19/07/2019

    Reducir el término fijo favorece a aquellos que tienen muy poco consumo, especialmente segundas residencias. Y por supuesto, a quien más favorece es a las instalaciones de autoconsumo, pues aumentaría el precio del kWh y por tanto, amortizarían antes la inversión. Sería un chollo para las empresas que tengan tejados bien orientados al sur. Si ahora ya amortizan las inversiones en 5 a 7 años, con esa medida acortarían los plazos.

    Pero claro, tiene otras consecuencias, pues los autoconsumidores dejarían de contribuir a pagar inversiones tales como las primas a las renovables, o el pago de la deuda del sistema eléctrico, entre otros costes, cosa que recaería en todos aquellos consumidores que no puedan instalarse paneles, bien sea por no tener buena orientación o por estar en zona nublada. Todo el sector industrial asturiano quedaría tocado, por ejemplo.

    Rentabilizar las instalaciones de autoconsumo a base de cargar los costes del sistema eléctrico solo en los consumidores que no puedan instalarse autoconsumo, puede llegar a ser injusto y acabar convirtiéndo a los ciudadanos y empresas en dos categorías.

    La situación origina un debate de hasta qué punto un consumidor que consuma electricidad de origen fotovoltaico de una gran planta debe pagar cargas de inversiones y deudas anteriores y uno que se instale paneles en su tejado no.
  • Mikel

    21/07/2019

    Claro Miguel, los jubilados, las viudas/os y personas que tienen poco poder adquisitivo son los que están pagando desde hace años los platos rotos y la fiesta de las eléctricas que tuvieron con Rajoy, con la electricidad más cara de europa...
  • Julián

    22/07/2019

    Los auto consumidores seguirían como hasta ahora, que ya pagan el término fijo, pero pagarían menos por ese concepto. Bien. A los no autoconsumidores les bajaría también el recibo, tanto por la rebaja en el término fijo como por el abaratamiento del Kw, que irá bajando a medida que las energías renovables vayan sustituyendo a las centrales térmicas y nucleares.Bien también. Las grades compañías eléctricas experimentarán una disminución de la lluvia de millones que lleva llenándoles los bolsillos desde hace décadas a costa de los consumidores a cambio de nada: déficit tarifario, un sistema de fijación de precios que garantiza siempre el el Kw más caro sea el que marca el precio, etc., etc. Lo que no cambiará, por lo visto, es que seguiremos pagando un impuesto de un impuesto, seguirán cobrando el iva del impuesto eléctrico, algo que no tiene justificación ni lógica alguna. Bienvenido sea el cambio.

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