Decía Arabia Saudí que una de las causas de la caída brusca del precio del petróleo era el fracking en EEUU. Arabia Saudí había perdido su hegemonía en el mercado de EEUU por el shale oil. Salieron muchas voces en contra de la industria. Que si es una burbuja, que no hay tanto, que no se puede producir con el crudo tan barato, etc.
Pero nada más lejos de la realidad, la industria del fracking se ha puesto las pilas y marca un ratio de eficiencia difícil de ver en estos momentos en el sector petrolero.
Según Citigroup, las empresas del fracking en EEUU reducen su capex en un 30%. Hasta aquí todo entraría dentro de lo normal. Un crudo a 55-60 dólares todavía sigue bajo y dificulta las inversiones. Pero el dato que ha dejado perplejos a los analistas es que la producción vaya a aumentar un 6% en 2015 y un 7% en 2016 a pesar de los recortes en inversiones.
El esfuerzo por parte de las empresas es mayúsculo para poder competir contra el petróleo barato. "Es lo que vimos con el shale gas, empresas privadas compitiendo y ganando eficiencia", asegura Daniel Lacalle, analista de Pimco y experto en energía y mercados petrolíferos.
Pero las empresas no se han quedado quietas ni un solo momento. Buscan soluciones y las encuentran. Unos datos para tener en cuenta. En lo que se lleva de 2015, prácticamente dos meses, 16 empresas de la industria del fracking en EEUU han ampliado capital. En total, más de 8.000 millones de dólares en las operaciones, según datos de Bloomberg.
Entre estas operaciones hay dos que destacan sobre el resto. Se trata de la compañía Cenovus Energy que ha ampliado capital por 1.201,5 millones de dólares. Esta empresa, de origen canadiense, tiene la intención de utilizar los ingresos netos de la operación para financiar parcialmente la empresa, para pagar papel comercial en circulación a medida que madura y para propósitos corporativos generales.
La otra compañía que ha realizado una ampliación llamativa es Encana. La petrolera ha obtenido casi 1.000 millones de dólares. Con este dinero y algo de caja pretende cerrar los dos grandes créditos que tiene y que se vencen en 2017 y 2018. En total, una deuda de 1.450 millones que adquirió para lanzar sus proyectos de fracking.
Una ampliación de capital se puede ver como un signo de debilidad pero también es una señal al mercado de que se está generando confianza en una industria que podía haberlo pasado mal si el precio del crudo se mantiene a la baja. Y las empresas de fracking, ante la cruda realidad de un petróleo barato se puesto a competir en un mercado, el del shale oil, que parece seguirá dando que hablar durante tiempo.
Hechos no palabras
10/03/2015