Política energética

La industria electrointensiva reclama una nueva subasta de interrumpibilidad que le ayude a superar la grave crisis del coronavirus

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La industria electrointensiva española lo está pasando muy mal. La crisis de la COVID-19 ha sido la gota que ha colmado el vaso. ERTEs, la actividad bastante parada. Cambios de propietarios. Caos. No hay plan para la gran industria electrointensiva en España. Desde el Gobierno se quiere trasladar algún mensaje tranquilizador. Pero las medidas no llegan y el tiempo apremia.

La semana pasada, las grandes patronales industriales mostraron su decálogo para salir de esta crisis sanitaria y económica sin precedentes. En el punto 5 de estas medidas, la industria reclamaba una reducción de los costes energéticos, "ya que, si bien la actual coyuntura ha generado precios eléctricos anormalmente bajos, los mercados a futuro continúan mostrando precios elevados y nuevamente costes superiores a los de nuestros competidores. Por ello, es necesario abordar medidas que ayuden a estrechar estos márgenes o compensarlos con el fin de que la industria gane competitividad, entre ellas: la suspensión, durante la etapa de reactivación, del impuesto de generación; culminar la aprobación de un Estatuto del Consumidor Electrointensivo; garantizar, mediante las oportunas modificaciones de crédito, la cuantía máxima para la compensación de los costes indirectos de CO~2 ~y revisar las retribuciones a la operación e inversión de las plantas de energía asociadas a fuentes renovables, cogeneración y residuos ligadas a la industria, teniendo en cuenta los precios actuales del mercado eléctrico, entre otras medidas".

A la gran industria electrointensiva le preocupa también su situación respecto a su competitividad frente a sus rivales europeos. Un ejemplo de ello es el coste energético y las ayudas que reciben para paliarlo. Fundamentalmente, hasta ahora la industria electrointensiva se beneficiaba de un mecanismo, la interrumpibilidad. Se llevaba a cabo una subasta, al principio anual, y luego semestral por la que se ponía a disposición de Red Eléctrica una potencia eléctrica de la industria a interrumpir cuando el operador del sistema lo necesitara a cambio de un dinero.

Poco a poco el dinero que ha ido recibiendo la industria electrointensiva ha ido menguando hasta el punto que prácticamente no recibe casi nada. El resultado de la última celebrada el pasado diciembre fue de 4,4 millones de euros cuando unos años antes llegaron a percibir hasta 500 millones por ello.

https://elperiodicodelaenergia.com/desastre-industrial-a-la-vista-el-resultado-de-la-subasta-de-interrumpibilidad-cae-un-95-y-se-repartiran-solo-cerca-de-5-millones-en-el-primer-semestre-de-2020/

La situación es compleja. Desde la Comisión Europea se recomendó a España que reformara el mecanismo ya que se produjo un exceso de ayudas difícil de interpretar como no ayuda de Estado. Pero el resultado  de esta reforma es que prácticamente ha desaparecido el mecanismo, mientras que en otros países vecinos de la UE se mantiene de otra manera, permitiendo más potencia a interrumpir y por tanto más ayudas a esas industrias.

El último caso ha sido el de Italia. En plena crisis contra el coronavirus, Terna, la Red Eléctrica de Italia, ha dado para este mayo otros 736 MW de potencia interrumpible. Ya en enero dio 1.058 MW. Mientras que en los tres ejercicios anteriores se dieron 3,3 GW. Es decir, ha aumentado la partida para interrumpibilidad del suministro eléctrico.

Algo parecido sucede en nuestra vecina Portugal, que también se beneficia de este mecanismo, al igual que otros países como Alemania o Francia.

En España, la incertidumbre es tremenda. La industria electrointensiva no sabe aún si se va a repetir la subasta para a partir del 1 de julio. La fuerte caída de estos ingresos daba por muerta esta vía. El Gobierno que negoció con Bruselas cómo poder afrontarlo asegura que lo máximo permitido era esto, que Bruselas no le permitía dar más. Lo extraño de todo esto es que sí se lo permite a otros países como hemos mencionado anteriormente. "Esto supone una fuerte pérdida de competitividad frente a nuestros rivales europeos", explican fuentes del sector. A la ya de por sí electricidad más cara de España frente a alemanes o franceses, estos perciben además más ayudas. La ventaja es notable.

Ahora, la industria electrointensiva española está en una situación complicada. Durante estos días de crisis sanitaria se ha puesto al servicio del país para fabricar material sanitario, además de verse obligado a tener que pagar su actividad durante unos días. Han llegado los ERTE, despidos, la producción ha caído, las ventas también y no hay visos de recuperación para los próximos meses.

Es por ello, que la industria electrointensiva le pide al Gobierno que revise este mecanismo de la interrumpibilidad y vuelva a ofrecer a las empresas estas ayudas que son fundamentales para la superviviencia de las mismas, amén de que sirven para un mejor funcionamiento del mercado eléctrico como se ha demostrado cuando REE ha necesitado tirar de la industria para cuadrar las operaciones del sistema eléctrico.

La industria temía que las subastas de interrumpibilidad finalizaran con la última de diciembre, pero ahora que se avecina el final del semestre, tratará de conseguir lo que sus compañeros europeos sí reciben de sus gobiernos.

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2 comentarios

  • Dabama

    04/05/2020

    Yo también quiero una para mi casa.
  • Miguel

    05/05/2020

    Podrás hacerlo con el Agregador de la Demanda.

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