La multinacional Berkeley, que desde hace años promueve un proyecto de mina de uranio en la provincia de Salamanca, ahora paralizado y con un informe del Consejo de Seguridad Nuclear en contra de su desarrollo, ha convocado su Junta General de Accionistas para el próximo 28 de noviembre.
La información remitida por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y publicada detalla que en esa reunión se elegirá nuevo director, con un plazo para notificar aspirantes que concluye el próximo 10 de octubre.
La compañía afronta esta cita con unos resultados, al cierre del último ejercicio fiscal que cerró en junio pasado, de unas pérdidas de 3,8 millones, el 34,3 por ciento más que en el año anterior, cuando ya había perdido 3,29 millones, según las cuentas registradas en la CNMV a finales de agosto.
Entre otros motivos, el litigio que la compañía australiana mantiene con el Gobierno español por el bloqueo de su proyecto minero en Salamanca también le ha pasado factura, ya que, según ha informado Berkeley, sus gastos por el arbitraje ascendieron a 1.864.834 euros, mientras que en 2024 destinaron menos de 800.000 euros.
Retortillo y Berkeley
El informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) apuntaba un posible "riesgo radiactivo" en el proyecto de explotación de uranio de Berkeley en Retortillo (Salamanca).









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