La energía nuclear presta un servicio esencial como tecnología de base, garantizando la fiabilidad y la estabilidad del sistema eléctrico las 24 horas del día, los 365 días del año incluso en condiciones climatológicas adversas. Además, es una generación libre de emisiones; en España el año pasado las centrales nucleares evitaron la emisión de 20 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Por ello, la nuclear tiene un papel muy relevante tanto para la garantía y estabilidad de suministro eléctrico como en la transición energética.
Sin embargo, la insoportable carga fiscal ha llevado a las centrales nucleares a operar con margen negativo en 2020. Este hecho pone en riesgo su continuidad, y por tanto, podría impedir que la energía nuclear pueda cumplir la misión asignada por el PNIEC, que es facilitar la descarbonización del sector eléctrico y con ello, contribuir a hacer que la transición energética sea una realidad en las fechas planificadas.
A finales de enero, los grupos europarlamentarios Renew Europe y ECR (European Conservatives and Reformists) publicaron el informe Road to EU Climate Neutrality by 2050, en el cual han participado expertos de relevancia mundial y en el que ponen en valor la energía nuclear para poder alcanzar la neutralidad climática en 2050. El informe recomienda tratar a la energía nuclear en igualdad de condiciones que al resto de las tecnologías descarbonizadas (actualmente las cuotas, subsidios directos o indirectos, subastas, incentivos fiscales, etc. aplican sólo a algunas tecnologías descarbonizadas).
El informe incluye costes de las centrales nucleares; el LCOE de la nuclear en Países Bajos es de 35 €/MWh y el de República Checa es de 30 €/MWh (para un WACC del 0%).
En España, los costes actuales de la generación nuclear se estiman en torno a 57 €/MWh, según Foro Nuclear. La principal diferencia entre estos dos niveles de coste radica en la muy superior carga impositiva que soportan las centrales nucleares en España, y que supone alrededor de 23 €/MWh.
Mientras en España la elevada presión fiscal, unida a la incertidumbre sobre la evolución futura de los precios del mercado eléctrico, ponen en riesgo la viabilidad económica de las centrales, otros países están desarrollando medidas para poner en valor la firmeza y estabilidad de la generación nuclear, acompañando así al desarrollo de las energías renovables, ya que sin dicha contribución, conseguir la neutralidad en carbono resultaría mucho más costoso y lento.
Así lo han entendido muchos países, como Francia, USA o UK, que están aplicando prácticas regulatorias que comprenden medidas como pagos por capacidad, PPAs, tarifas industriales, etc.
El caso más destacado es la negociación del Gobierno francés con la Comisión Europea para que autorice a las centrales francesas (58 reactores que suministran el 70% de la electricidad demandad por el país) el cobro de un precio fijo en torno a 45-50 €/MWh.
Información adicional:
Francia: En 2011 el Gobierno francés negoció el mecanismo ARENH (Acceso Regulado a la Energía Nuclear Histórica). Este mecanismo consiste en la celebración de un contrato a largo plazo (15 años) para la energía nuclear generada por EDF con los suministradores alternativos a un precio fijo de 42 €/MWh. Actualmente, el Gobierno francés está negociando con la Comisión Europea aumentarlo a 45-50 €/MWh con el objetivo que es estas centrales cubran sus costes. Nótese que las centrales nucleares de Francia destinan alrededor de 3 €/MWh de sus ingresos al pago de impuestos y tasas.
EDF tiene en marcha un ambicioso programa de inversiones de 55.000 M€ durante 2014-2025 (Grand Carenage) para ampliar la vida útil de todas las centrales más allá de 40 años (50-60 años). La semana pasada, la ASN (Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia) dio luz verde a poder extender la vida útil de 32 reactores de EDF (todos ellos de 900 MW) hasta los 50 años.
Además, Francia ha fijado por ley mantener la capacidad instalada nuclear actual (63 GW) hasta el final de su vida útil.
Suecia: En 2016, su Parlamento acordó eliminar la tasa a la energía nuclear aprobada en 1984 y que grababa la generación nuclear con 7,5 €/MWh. El motivo fue que esta carga fiscal, junto con la caída de los precios eléctricos, hacía inviable la generación nuclear.
Estados Unidos: Al igual que en la UE, la penetración de renovables ha tirado a la baja los precios del mercado de electricidad, y algunas centrales nucleares entraron en situación de inviabilidad y solicitaron cierres. Estados, como Illinois, Nueva York, New Jersey, Connecticut, Ohio y Pennsylvania han introducido medidas económicas de apoyo a la nuclear para evitar su cierre, reconociéndoles su valor en el proceso de Transición Energética mediante la creación de certificados cero emisiones.
Por otro lado, otros países como Hungría, Chequia, Finlandia, Países Bajos o Suiza apuestan por la continuidad de la energía nuclear, extendiendo la vida útil de sus reactores o construyendo nuevos reactores.
Pau Tortosa
18/03/2021