Hace unos días, el fabricante Porsche se convirtió en una especie de grano molesto para Elon Musk. Sacó a la luz el nuevo Porsche Taycan y lo llevó al circuito de Nurburgring para batir el récord de velocidad de un coche eléctrico de al menos cuatro puertas.
Esto sentó mal en el seno de Tesla, y el propio Elon Musk decidió enviar el mejor Model S para superar el récord que ha batido Porsche.
Pero tal es su obsesión con lo de tener el modelo eléctrico más rápido del mundo que está dispuesto a hacer lo que sea.
Musk tiene guardada una bala (perdón por el chiste fácil) en la recámara. Y es que el propietario de Tesla quiere llevar al circuito de Nurburgring el nuevo superdeportivo Roadster y así dejar claro quien manda en la velocidad eléctrica.
Un coche el nuevo Roadster capaz de ponerse a 100 km/h en solo 1,9 segundos.
El Model S ha fallado y no está preparado. Pero Musk va a ir a por todas a Alemania y ganar en su propia casa a Porsche. La batalla continúa.
1 comentario
Una forma absurda de perder el tiempo y dinero.
Lo que tienen que conseguir es un coche eléctrico de buena calidad con buena autonomía que la batería sea resistente y duradera y que encima cueste unos 20.000 euros.
Lo demás no vale para nada