La producción de concentrado de uranio (U3O8) en Estados Unidos fue casi 10 veces superior a la del año anterior en 2022, en parte como consecuencia de la subida de los precios del uranio. La producción estadounidense de U3O8 se mantuvo cerca de mínimos históricos a pesar de la reanudación de las operaciones en White Mesa Mill, la única fábrica de uranio convencional en funcionamiento de Estados Unidos.
Utilizando diferentes procesos, cinco instalaciones de Estados Unidos produjeron U3O8 en 2022. A pesar de que sólo se informó de la producción en los tres últimos meses de 2022, White Mesa representó el 84% del U3O8 producido el año pasado. El resto se produjo en cuatro instalaciones de recuperación in situ.
White Mesa opera en régimen de campaña; sólo produce U3O8 cuando la alimentación del molino, los requisitos del contrato o las condiciones del mercado lo justifican. También puede procesar otros minerales, incluidas tierras raras. En 2021, White Mesa se centró en aumentar la producción de carbonato de tierras raras y no produjo U3O8.
Polvo amarillo
La producción de U3O8 -a menudo denominado torta amarilla por su aspecto pulverulento y amarillento- es uno de los primeros pasos en la fabricación de combustible para reactores nucleares. Una vez extraído el mineral de uranio, pasa por un proceso de molienda en el que se extrae el uranio del mineral, produciendo U3O8, que luego se procesa en instalaciones de conversión y enriquecimiento. El uranio enriquecido se convierte en pastillas de combustible que se ensamblan en barras de combustible para reactores nucleares.
En las décadas de 1940 y 1950, Estados Unidos introdujo incentivos financieros, programas de adquisición y políticas comerciales para estimular la producción nacional de uranio. La producción nacional de U3O8 se redujo significativamente en los años ochenta, cuando finalizaron los incentivos y subvenciones a la producción, se eliminaron las barreras comerciales y cayeron los precios del uranio. Desde entonces, la mayor parte del material de uranio suministrado a las centrales nucleares estadounidenses ha sido importado.
Canadá y Kazajistán
El material de uranio utilizado en los reactores nucleares estadounidenses se importa en su mayor parte porque es más abundante y barato de producir en otros países. En 2022, el 95% del uranio adquirido por los operadores de centrales nucleares estadounidenses procedía de otros países. Canadá, que cuenta con grandes reservas de uranio de alta calidad, fue la mayor fuente de uranio adquirido por las centrales nucleares estadounidenses en 2022, con un 27%. Kazajistán fue la segunda fuente, con un 25%, seguida de Rusia, con un 12%.
Aunque Estados Unidos prohibió las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022, el uranio no fue sancionado.
El Departamento de Energía de Estados Unidos ha anunciado su objetivo de aumentar la producción nacional de uranio para reducir la dependencia de las importaciones de uranio. En 2020, el Congreso estableció una reserva estratégica de uranio, una reserva de uranio de producción nacional que sirve como suministro de reserva para las centrales nucleares estadounidenses e incentiva la producción nacional de uranio. A finales de 2022, el Departamento de Energía de Estados Unidos adjudicó los primeros contratos de suministro de U3O8 para la reserva, incluido uno al operador de White Mesa, Energy Fuels.
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