El próximo 2024 será un año importante para el mercado eléctrico, ya que llegan dos reformas que afectarán directamente al consumidor. Por un lado, a nivel nacional en la PVPC y, por otro, en el mercado eléctrico a nivel europeo. Hablamos con Sergio Soto, analista especializado de Roams Energía, para que nos cuente en qué consiste esta reforma y cómo va a influir en el bolsillo del consumidor.
Pregunta: ¿Qué novedades esperan al consumidor en 2024?
Respuesta: Principalmente, dos. Una de ellas es a nivel nacional y la otra en el ámbito europeo. En primer lugar, a partir del 1 de enero entra en vigor la reforma de la tarifa PVPC, que es la que forma parte del mercado regulado y a la que nos referimos cuando hablamos del precio de la luz por horas. Como decía, además, en 2023 se ha gestado la reforma del mercado eléctrico en la Unión Europea para que éste dependa menos de las fuentes fósiles y sean las renovables las que tengan mayor peso, tanto en el precio como en el conjunto del mix energético.
P: Pues empecemos por lo que afectará directamente a todos los españoles y que ya está más definido. ¿En qué consiste la reforma de la PVPC?
R: Se trata de un nuevo método para calcular los precios diarios de esta tarifa de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor. Hasta ahora, todo el peso del precio que tiene la luz cada día en el mercado regulado recae en los precios negociados diariamente en el mercado ibérico de electricidad (MIBEL). Esto hacía, sobre todo, que los precios fueran muy volátiles y que el consumidor estuviera menos protegido ante situaciones urgentes como la crisis energética vivida en 2020. Con el comienzo de 2024, esto cambia para darle mayor carga a los mercados a medio y largo plazo, los llamados precios a futuro. Durante todo el año, el peso del mercado diario será del 75%, un 25% menos que de manera habitual. Esa porción del pastel, por así decirlo, se la reparten los mercados mensual (2,5%), trimestral (9%) y anual (13,5%). Esta reforma será progresiva hasta que en 2026 el peso del mercado diario sea del 45%, del mensual un 5,5%, del trimestral un 19,8% y del anual un 29,7%.
P: ¿Esto quiere decir que a partir de ahora la PVPC será más barata?
R: No exactamente, o no siempre. Como he dicho, es una reforma centrada en dotar de mayor estabilidad a los precios, pero eso no significa que vayan a ser más baratos, al menos de manera radical. Actualmente, cuando hay una hora en la que la práctica totalidad de la energía proviene de fuentes renovables, el precio es muy barato. Esto se perdería a corto plazo, ya que el peso de ese mercado diario será menor y no tendrá tanta incidencia en el precio final. A su vez, se ganaría en los llamados mercados futuros, que se espera que cada vez tengan mayor presencia de energías renovables, las cuales son más baratas.
P: Por otro lado, en 2021 entraron en vigor los periodos definidos para la discriminación horaria que tenía en cuenta esta PVPC. ¿La reforma incluye también un cambio de los períodos ya definidos como punta, llano y valle?
R: No, aunque la diferencia del precio entre horas y entre días será menor, el reparto de las horas más económicas dentro de los 24 periodos que tiene el día seguirá siendo el mismo. Es decir, los tramos horarios de la PVPC que seguirán siendo más baratos son los periodos valle, establecidos entre la medianoche y las ocho de la mañana, entre semana, y durante todo el fin de semana.
P: Hasta ahora, esta era una tarifa de luz contratable sólo para hogares con una potencia concreta. ¿Esto seguirá siendo así?
R: Así es, eso no cambia. De hecho, se refuerza que esta tarifa se destine a hogares y pequeñas empresas. Es contratable para todas las viviendas que tengan una potencia eléctrica menor o igual a 10 kW. Además, introduce la novedad de contratación por PYMEs presentando un escrito que acredite su constitución como persona jurídica -empresa-.
P: Entiendo que esto hace que sea una reforma que es bien vista por todos los actores que entran en juego. ¿Cómo se percibe esta reforma de la PVPC por parte de usuarios y expertos?
R: Por lo general, se ve como un buen primer paso pero al que tienen que seguir más para que el consumidor doméstico no pague la luz tan cara. En principio, tanto consumidores como eléctricas lo ven con buenos ojos porque da mayor estabilidad al precio. Además, esta reforma era una reclamación de las eléctricas desde hace un tiempo. Hay que recordar que la reforma de la PVPC llega como parte de una exigencia de la Comisión Europea tras aprobar la conocida como Excepción Ibérica.
P: Además de este cambio en la tarifa de electricidad regulada en nuestro país, como decías, en Europa también hay aires de cambio en el mercado eléctrico. ¿En qué consisten estos cambios?
R: Así es, aunque esta reforma del mercado eléctrico de la Unión Europea es menos sencilla de explicar por su magnitud y la cantidad de sensibilidades que entran en juego. A modo general, es una reforma para dar mayor cabida a las energías renovables en detrimento de las fuentes fósiles. Además, está en una fase en la que todavía se sigue negociando cuál será el texto exacto.
P: ¿En qué punto estamos a finales de 2023 en esta reforma?
Actualmente se ha llegado ya a un acuerdo entre los Veintisiete para la presentación de un texto final que tiene que ser aprobado por los órganos legislativos de la UE. En octubre se llegó a un consenso y a mediados de diciembre se ha cerrado esa posición común.
P: ¿Cuál es esa posición de consenso entre todos?
R: Bueno, en realidad no es entre todos, ya que hubo un país que votó en contra: Hungría. Pero, en líneas generales, esa postura común ha conseguido poner de acuerdo a Francia y Alemania en cuestiones de energía nuclear.
P: Pero, ¿en qué consiste esta reforma del mercado eléctrico de los países de la UE?
R: Lo que se busca con esta reforma del mercado de la electricidad en la Unión Europea es un mayor peso de las energías renovables por dos cuestiones básicas. Uno, por reducir el precio de la electricidad, ya que la subida de los combustibles fósiles ha incidido mucho en la electricidad. Dos, por una transición ecológica hacia fuentes renovables en pos de un menor impacto en el planeta con la generación eléctrica.
En cuanto al precio al consumidor, esta reforma busca potenciar los contratos de precio fijo a largo plazo para las energías renovables, lo que aparta a las energías fósiles. Aquí entra en juego el concepto de contrato por diferencia, mediante el que se acuerda un precio previamente y después se liquida la diferencia, entre productor y Estado, con el precio real en el mercado. Si el precio final es más alto del acordado, se reintegra la diferencia a los consumidores. Pero si el precio es menor, la diferencia se ingresa a los productores.
P: Y es en este punto en el que había mayores diferencias, ¿no?
R: Sí, este es el punto crucial que ha enfrentado a Francia y a Alemania. Ha sido un juego de pesos con la energía nuclear como parte esencial de la balanza. Esos contratos por diferencias con ayudas, en un principio, iban a ser solo para las plantas de generación renovables, dejando fuera a la nuclear. Esto, debido al peso de dicha energía en el país, no contentaba a Francia, que ha buscado que esas ayudas también incluyeran a la nuclear. Esta postura, a su vez, enfrentaba a la de Alemania, que ha peleado porque la nuclear no tuviera gran peso para que Francia no se viera beneficiada y se generase un desequilibrio en el mercado al poder ofrecer precios más baratos.
P: ¿Cuál es el punto común al que se ha llegado?
R: Simplificando mucho, Francia ha logrado que la nuclear sea parte de esos contratos por diferencias pero con un control estricto por parte de la Comisión Europea y solo para unos casos muy concretos en plantas que alarguen su vida útil y aumenten su capacidad.
P: ¿Qué papel juega España en todo esto?
R: Podríamos decir que el papel de España hasta ahora ha sido el de mediador que consigue que todos estén relativamente contentos. Este acuerdo de los Veintisiete se alcanzó con España ostentando la presidencia del Consejo de la Unión Europea y, por tanto, con la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, siendo parte crucial de ese entendimiento.
P: Y ya para terminar, ¿cuáles son los siguientes pasos a dar y sus tiempos?
R: La idea es que antes de finalizar 2023 se llegué a un acuerdo de texto final entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo. No obstante, este tiempo se puede dilatar hasta que acabe la reciente legislatura en marzo de 2024. Si no se consigue un acuerdo final antes de esta fecha, el escenario podría ser muy volátil hasta después de las elecciones europeas.
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Iases
19/12/2023