España se enfrenta a un reto urgente y necesario: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir con los compromisos internacionales y nacionales en materia de cambio climático. En este contexto, la rehabilitación energética de viviendas emerge como una pieza fundamental para avanzar hacia una economía más sostenible y eficiente.
La mejora de la eficiencia de la energía de los edificios no solo contribuye a la reducción de emisiones, sino que también promueve la economia circular y la innovación en materiales, como el PVC reciclado y el aluminio.
Metas para el 2030
España ha asumido un compromiso firme en la lucha contra el cambio climático, con metas claras para 2030. Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, se busca:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% respecto a los niveles de 1990,
- Aumentar la eficiencia energética en un 39,5%, y
- Alcanzar una cuota de energías renovables del 42% en el consumo final de energía.
Uno de los sectores clave para lograr estos objetivos es el de la edificación, responsable de aproximadamente un 20% del consumo energético en España y un porcentaje significativo de las emisiones totales. La gran mayoría del parque inmobiliario español fue construido antes de que existieran normativas estrictas de eficiencia, por lo que la rehabilitación energética se presenta como una necesidad imperiosa.
Pero... ¿Qué implica este proceso?
La rehabilitación energética consiste en la mejora de las condiciones térmicas, la renovación de sistemas de calefacción y refrigeración, y la optimización del consumo energético en viviendas y edificios. Esto puede incluir desde la instalación de aislamiento térmico, hasta la sustitución de puertas ventanas por otras más eficientes, pasando por la implementación de sistemas de energías renovables.
La eficiencia de la energía no solo reduce el consumo y las emisiones, sino que también mejora la calidad de vida de las personas, al proporcionar hogares más confortables y saludables, y reduce los costes en energía. Además, la rehabilitación genera un importante impacto económico, ya que impulsa la innovación y la generación de empleo en sectores vinculados a la construcción y la industria de materiales.
Optar por materiales sostenibles es clave
Una parte fundamental en la rehabilitación energética de viviendas es la selección de materiales que no solo aporten eficiencia, sino que también contribuyan a la sostenibilidad global del proyecto. En este sentido, el PVC reciclado y el aluminio juegan un papel destacado.
El PVC reciclado es un material que responde a los principios de la economia circular, ya que se produce a partir de la recuperación y reutilización de residuos de PVC, reduciendo la necesidad de materias primas vírgenes y la generación de residuos. Este tipo de PVC reciclado es muy utilizado en la fabricación de puertas ventanas, debido a su alta durabilidad, resistencia a la corrosión y capacidad aislante, lo que contribuye a mejorar el comportamiento térmico de los edificios.
Por otro lado, el aluminio es otro material esencial en dicha rehabilitación, especialmente en la fabricación de carpinterías como puertas y ventanas. Aunque tradicionalmente su producción ha sido intensiva en energía, los avances en procesos de reciclaje y eficiencia energética han reducido su impacto ambiental. El aluminio reciclado mantiene las propiedades técnicas del aluminio virgen, pero con un consumo energético hasta un 95% menor, lo que lo convierte en un aliado clave para proyectos sostenibles. Además, las puertas ventanas de aluminio ofrecen excelentes prestaciones de aislamiento térmico y acústico, mejorando el confort interior y reduciendo las pérdidas de energía.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios