Bioenergía

La transición ecológica en el transporte marítimo en un punto de inflexión: la preparación de la flota avanza más rápido que el suministro de combustible

El transporte marítimo está entrando en una nueva fase de inversiones estratégicas, aceleración de la preparación de las flotas y el surgimiento de nuevos desarrollos regulatorios, según DNV

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Nuevas perspectivas del Maritime Forecast to 2050 de DNV muestran que la transición energética del transporte marítimo está entrando en una nueva fase: una definida por inversiones estratégicas, la aceleración de la preparación de las flotas y el surgimiento de nuevos desarrollos regulatorios. Con el Marco de Cero Emisiones Netas (NZF) de la OMI ya aprobado —aunque pendiente de adopción en octubre— y con el número de buques capaces de operar con combustibles alternativos a punto de duplicarse para 2028, los armadores están pasando de la preparación a la acción.

Los biocombustibles prometen un transporte marítimo más limpio, pero el suministro es limitado
La demanda ilimitada de biodiésel supera la oferta total, y las perspectivas para el bioGNL son igualmente limitadas, tanto en su asignación como en su producción, según Rystad Energy.

Para 2030, la flota propulsada por combustibles alternativos tendrá la capacidad de consumir hasta 50 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtoe) de combustibles con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al año, el doble del volumen estimado necesario para cumplir con el objetivo de emisiones de la Organización Marítima Internacional (OMI) para ese año.

Sin embargo, en la actualidad, el consumo real de estos combustibles apenas llega a 1 Mtoe. Esta creciente brecha entre la capacidad y el uso resalta tanto el nivel de compromiso de la industria como la urgente necesidad de que los productores de combustible y los desarrolladores de infraestructura aceleren el suministro para igualar la preparación de la flota.

Preparados para la transición energética marítima

“El escenario está preparado para la próxima fase de la transición energética marítima”, dijo Knut Ørbeck-Nilssen, CEO de DNV Maritime. “El Marco de Cero Emisiones Netas de la OMI tiene imperfecciones, y se necesita urgentemente mayor claridad sobre cómo se utilizarán los fondos recaudados. Sin embargo, ya está influyendo en las decisiones de inversión, las operaciones y las estrategias de combustible en toda la industria. Los armadores ajustarán sus prioridades estratégicas tras la reunión de la OMI en octubre, que sentará las bases para los próximos años y décadas.”

La novena edición del Maritime Forecast to 2050 de DNV ofrece un análisis exhaustivo sobre los combustibles, tecnologías y regulaciones que están dando forma al futuro del transporte marítimo, ayudando a los responsables de la toma de decisiones a navegar esta nueva etapa de la transición energética.

El informe presenta varias soluciones que podrían ayudar a cerrar la brecha entre la preparación de la flota y la disponibilidad de combustibles:

Aprovechar la infraestructura de combustible existente para combustibles con bajas emisiones de GEI, como el biodiésel y el bio-GNL, combinado con la adopción de modelos flexibles de cadena de custodia, puede facilitar significativamente el acceso a estos combustibles, incentivando y acelerando tanto su producción como su adopción.

Medidas de eficiencia energética en nuevos buques están siendo adoptadas cada vez más, reduciendo las emisiones de inmediato sin necesidad de desarrollar nueva infraestructura o cadenas de suministro.

La captura de carbono a bordo (OCC) está ganando terreno, especialmente en buques grandes con espacio disponible. Modelos del informe muestran que equipar 20 puertos principales con infraestructura para descargar CO₂ podría permitir la eliminación de hasta 75 millones de toneladas de CO₂ capturado al año, lo que podría compensar la necesidad de 25 Mtoe de combustibles bajos en GEI, tanto como se necesita para alcanzar el objetivo base de la OMI para 2030.

2025 podría ser un año decisivo para la energía eólica marítima. Los sistemas de propulsión asistida por viento (WAPS) están siendo adoptados comercialmente de manera más amplia, con estimaciones de reducción del consumo de combustible entre 5% y 20%, según propietarios de buques, operadores y fabricantes de tecnología.

Avances técnicos reales

“La industria ha logrado avances técnicos reales en los últimos años”, dijo Eirik Ovrum, autor principal del informe. “Pero estas soluciones todavía operan de manera aislada. Para generar un impacto, deben integrarse en las estrategias de flota, estar respaldadas por infraestructura y ser reconocidas en los marcos de cumplimiento. Ese es el enfoque que debe tener la siguiente fase del trabajo.”

El informe de este año Maritime Forecast to 2050 insta a los actores del sector a prepararse con anticipación y evaluar todas las rutas rentables disponibles, reconociendo que las estrategias de cumplimiento variarán según el tipo de buque, el perfil operativo y el grado de exposición regulatoria.

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