La Universidad hondureña de Zamorano ha instalado un sistema fotovoltaico sobre suelo de 926 kilovatios que se prevé que cubra el 30% de la demanda de electricidad del campus y reduzca en 1.000 toneladas sus emisiones de CO2 a la atmófera, según ha informado en un comunicado.
La instalación de autoconsumo inyecta a la red el excedente en el marco de la regulación de generación distribuida vigente en la actualidad en Honduras. Según la universidad, la potencia de esta primera fase del proyecto es la máxima permitida por la legislación actual.
El proyecto consta de 2.940 módulos multicristalinos y, según la universidad, se necesitaría una instalación con alrededor de 9.000 módulos fotovoltaicos del mismo tipo para cubrir el 100% de las necesidades de electricidad. La institución educativa planea ampliar la potencia del proyecto actual para alcanzar este último objetivo cuando se modifique la regulación de autoconsumo.
Este proyecto es ya el mayor sistema fotovoltaico en una universidad en Centroamérica. También cuenta con una planta fotovoltaica la Universidad de Belice en el campus de Belmopán, cuya potencia es de 480 kilovatios.
Honduras es el país centroamericano con mayor potencia fotovoltaica instalada gracias a la instalación de varias grandes centrales solares el año pasado, que suman varios cientos de megavatios. El Salvador y Costa Rica cuentan con mayor potencia fotovoltaica en proyectos de autoconsumo.
El compromiso de la Universidad Zamorano con el medio ambiente y la reducción de su huella de carbono no se limita a la planta solar fotovoltaica puesta en marcha. La universidad cuenta también con una planta de biodiésel para el aprovechamiento de desechos y con un biodigestor que funciona como unidad de tratamiento de residuos y generador de energía. Tiene un proyecto de manejo integral de residuos sólidos y un relleno sanitario. El 80% de los residuos que genera el campus son recuperados como material reciclable y transformados como abono orgánico.