La urgente inversión en redes eléctricas no es una broma: deben superar los 4 billones de dólares en 2030

Las limitaciones de capacidad de la red eléctrica corren el riesgo de frenar la transición energética hacia el cero neto, ya que los activos de energía renovable distribuidos de rápido crecimiento, como las microrredes solares y el almacenamiento en baterías, cada vez tienen menos posibilidades de conectarse a la red, necesaria para aprovechar al máximo la impredecible generación renovable.

Según un nuevo informe de la firma de inteligencia tecnológica global ABI Research , las inversiones globales agregadas en digitalización de la red pública y expansión de la capacidad de la red de transmisión deberán alcanzar más de US$4 billones para 2030 (trillones norteamericanos) para mantener la transición energética hacia los objetivos de energía neta cero.

“Para mantener la integración de la capacidad de energía renovable en expansión, las redes públicas necesitan expandirse urgentemente en términos de agregar enormes cantidades de capacidad de transmisión pura (pensemos en cableado y subestaciones), pero también modernizarse en términos de digitalización de largo alcance y una topología de red energética más descentralizada”, explica Dominique Bonte, vicepresidente de mercados finales y verticales en ABI Research.

La digitalización de la red

Según un anuncio reciente de la Agencia Internacional de Energía (AIE), se espera que el gasto mundial en redes alcance los 400.000 millones de dólares en 2024, lo que muestra un crecimiento sistemático en comparación con las inversiones anuales estables de alrededor de 300.000 millones de dólares anteriores a la COVID-19. Sin embargo, las inversiones en redes deberán acelerarse significativamente en los próximos años para alcanzar los objetivos mencionados anteriormente, lo que requerirá nuevos mecanismos de financiación y una regulación más flexible.

Una parte cada vez mayor de las inversiones en redes eléctricas se destina a la digitalización, que es fundamental para hacer frente a las fluctuaciones de la respuesta a la demanda y redirigir de forma flexible la energía desde donde se genera hasta donde se necesita, es decir, para hacer que las redes energéticas sean más ágiles. Las soluciones de digitalización de la red que ofrecen los principales proveedores de tecnología energética inteligente, como Siemens, Schneider Electric y GE Vernova, incluyen la automatización de la transmisión y la distribución, la creación de redes y comunicaciones, el análisis del rendimiento de los activos y la gestión de la calidad, y sistemas avanzados de distribución y gestión de la energía. Los gemelos digitales de la energía serán fundamentales para mejorar la planificación y la optimización cooperativas de la red.

“Un buen ejemplo de la gravedad del impacto de las restricciones de la red pública en la economía digital son las limitaciones impuestas al despliegue de nuevos centros de datos en ciudades como Frankfurt, que no está logrando expandir su red energética con la suficiente rapidez como para dar cabida a una infraestructura de TI en expansión, impulsada principalmente por la computación de inteligencia artificial que consume mucha energía. Esto corre el riesgo de ralentizar la tan necesaria expansión de la capacidad de los centros de datos y poner en peligro los objetivos de cero emisiones netas de hiperescaladores como Google, AWS y Microsoft”, concluye Bonte.

Estos hallazgos se extrajeron del informe de análisis de aplicaciones ¿Se convertirán las redes públicas en el cuello de botella para la adopción de microrredes industriales, electrificación y consecución de objetivos de cero emisiones netas? de ABI Research. Este informe forma parte del servicio de investigación Smart Energy for Enterprises and Industries de la empresa , que incluye investigación, datos y ABI Insights .