Las implementaciones globales de baterías de iones de litio en los próximos cinco años crecerán un 55% anual, según un nuevo informe de GTM Research.
En otras palabras, las instalaciones anuales de iones de litio crecerán más de ocho veces, de 2 gigavatios hora en 2017 a 18 GWh en 2022.
Este crecimiento está comenzando desde una base mínima: en comparación, las ventas de vehículos eléctricos generaron una demanda de 112 gigavatios hora de baterías solo en 2017. Sin embargo, con un crecimiento anual del 55%, el almacenamiento de la red pronto será lo suficientemente importante como para alterar el rendimiento de los sistemas eléctricos en todo el mundo.
Estados Unidos continuará liderando las implementaciones, seguido por China, Japón y Australia. Las inversiones que los estados están realizando ahora con los primeros proyectos de baterías, las reformas de mercado y los mandatos de almacenamiento darán sus frutos en los próximos años.
Sin embargo, ese trabajo pionero permite a otros países seguir de manera más rápida y eficiente. Mientras que la planificación de la red de EEUU varía enormemente en cada uno de los 50 estados, la formación de políticas centralizadas en países como China y Corea del Sur permite una rápida adopción.
La aceleración de las implementaciones de más baterías es posible gracias a una oleada de tendencias interconectadas. La demanda de baterías de vehículos eléctricos ha incentivado una capacidad de producción masiva incorporada, lo que reduce el costo de las baterías para aplicaciones de red.
Mientras tanto, la investigación en el laboratorio continúa mejorando la densidad de energía al modificar las combinaciones óptimas de materiales de ánodo, cátodo y electrolito.
Una vez que los coches eléctricos tengan algunos años más en la carretera, sus baterías usadas se convertirán en dispositivos de almacenamiento de segunda mano económicos.
En total, los autores del informe esperan que los precios de la batería bajen de 219 dólares kilovatio hora en 2017 a 39 dólares kWh en 2040, lo que significa una reducción del 82%.
El costo de almacenamiento ha limitado su uso en la red a un pequeño número de casos especiales. A medida que el costo se desplome, será más atractivo y por tanto habrá más proyectos de baterías. Durante ese mismo período de tiempo, las tendencias de crecimiento de la energía eólica y solar aumentarán el valor de los activos que pueden almacenar electricidad.
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