Las compañías de petróleo y gas incorporan biocombustibles a su cartera de bajas emisiones de carbono

El panorama energético mundial avanza con paso firme hacia fuentes más limpias, con una disminución gradual de la dependencia de los combustibles fósiles. La proporción de combustibles fósiles en la matriz energética mundial ha disminuido del 82% en 2022 al 81,5% en 2023, lo que indica un cambio gradual. Esta transición está impulsada por la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el calentamiento global.

En este contexto, los biocombustibles se perfilan como una alternativa baja en carbono para el transporte, y se espera que su participación en la demanda total de combustibles líquidos aumente hasta el 6,4% en 2030, según las previsiones de la firma de análisis y datos GlobalData.

El informe de Inteligencia Estratégica de GlobalData, “Biocombustibles", evalúa el papel de las compañías de petróleo y gas en el sector de los biocombustibles. Compara los esfuerzos de las grandes petroleras, como TotalEnergies, BP, Shell y ExxonMobil, en la cadena de valor de los biocombustibles. También identifica los principales avances que influyen en este tema y ofrece una perspectiva para los combustibles renovables, una categoría emergente de biocombustibles.

Ravindra Puranik, analista de petróleo y gas de GlobalData, comenta: “La industria del petróleo y el gas, incluyendo productores y contratistas, es relativamente nueva en el sector de los biocombustibles. A pesar de ello, está logrando avances notables en el competitivo mercado de los combustibles renovables, como el diésel renovable y los combustibles de aviación sostenibles (SAF). La prestigiosa refinería Neste lidera el segmento de los combustibles renovables, en particular el diésel renovable, con cuatro refinerías activas en todo el mundo”.

Costos de producción y competencia con los combustibles fósiles

A pesar de su perfil energético limpio, los biocombustibles se enfrentan a importantes desafíos relacionados con los costos de producción y la competencia con los combustibles fósiles. El procesamiento de fuentes avanzadas de biomasa, como los residuos agrícolas y forestales, sigue siendo costoso, lo que limita su viabilidad a gran escala. Sin embargo, refinerías como Neste, Valero y Marathon Petroleum están realizando inversiones estratégicas para ampliar la producción de biocombustibles y reducir los costos. Las innovaciones tecnológicas en refinación también son cruciales para mejorar la asequibilidad y la disponibilidad de los biocombustibles.

Puranik continúa: “Si bien los biocombustibles contribuyen a la seguridad energética y a la vez reducen las emisiones, su adopción es incipiente y está restringida a ciertos mercados a nivel mundial. Por ello, las empresas se muestran cautelosas al comprometerse a invertir en nuevas instalaciones, e incluso detienen el desarrollo de proyectos, como se observó en el caso de la futura planta de Shell en Róterdam”.

La capacidad de refino crece

La capacidad global de refinería de energía renovable está experimentando un crecimiento significativo, con 15 nuevas instalaciones en construcción en 2025, mientras que dos ya están operativas este año. Para 2030, se espera la entrada en funcionamiento de 218 instalaciones adicionales, lo que ampliará la capacidad global de 9.340 millones de galones anuales (mmgy) en 2024 a una proyección de 32.618 mmgy.

Estados Unidos representa actualmente el 51% de la producción mundial de combustibles renovables, impulsado por incentivos políticos. Sin embargo, los recientes cambios políticos, incluidos los intentos de Trump de derogar partes de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), generan incertidumbre.

Puranik concluye: “Los enfoques de las políticas varían considerablemente en todo el mundo. Si bien la Unión Europea (UE) aplica mandatos estrictos, como la iniciativa ReFuelEU Aviation, que exige un mínimo del 2 % de mezcla de SAF para 2025, algunas otras regiones carecen de políticas tan claras, lo que genera disparidades en la adopción e inversión en biocombustibles. El compromiso de un país para alcanzar los objetivos provisionales de cero emisiones netas, la disponibilidad de biomasa y la asequibilidad de los combustibles derivados del petróleo son factores cruciales que influyen en el apoyo político a los biocombustibles”.