En la búsqueda incansable por alcanzar la sostenibilidad y la eficiencia en el sector energético, las comunidades energéticas emergen como un pilar fundamental en el camino hacia un futuro más verde. En España, esta modalidad del autoconsumo ha comenzado a tomar fuerza, aunque aún se enfrenta a desafíos significativos en su desarrollo y adopción masiva.

Con apenas 69 comunidades energéticas registradas en todo el país, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), España se queda rezagada en comparación con otras naciones europeas como Alemania, que cuenta con más de 2.000 instalaciones de este tipo. Este contraste evidencia la necesidad de un impulso decidido hacia un modelo energético más descentralizado y participativo.

De este tema se habló en la III mesa —y última— del I Foro de Autoconsumo organizado por El Periódico de la Energía, titulada “Comunidades energéticas: el gran reto del autoconsumo en España”, moderada por Lucía Paloma Castillo, encargada de dirección de proyectos de Autoconsumo de APPA Renovables.

Para Helena Badger, directora Legal de Soluciones Energéticas Pymes y Hogares de Acciona Energía, las comunidades energéticas representan la materialización de la transición energética, al pasar de un modelo centralizado a uno descentralizado y de consumidores pasivos a activos. Este cambio de paradigma no solo implica una transformación en la forma en que se genera y consume energía, sino también en la participación ciudadana y el compromiso con la sostenibilidad.

Fabián Pérez, director general de la Comercializadora de Energía en Coxabengoa, subrayó el potencial democratizador de las comunidades energéticas al brindar acceso a la energía renovable incluso a aquellos que viven en comunidades de propietarios o en situación de alquiler. Con proyectos que integran soluciones de movilidad sostenible y eficiencia energética, estas comunidades representan una oportunidad para impulsar la adopción de tecnologías innovadoras como el hidrógeno.

Marta Sánchez, socia responsable de Energía en EY, destaca la importancia de que las comunidades energéticas vayan más allá del mero autoconsumo, promoviendo también la eficiencia energética, el desarrollo de infraestructuras de recarga y el almacenamiento de energía. Sin embargo, reconoce que el verdadero desafío radica en conseguir que los consumidores se involucren activamente en este modelo y en superar las barreras tecnológicas y regulatorias que aún persisten.

Por su parte, Carlos Gallar, responsable de Transición Energética de Factorenergia, señala la necesidad de segmentar el mercado y dirigir los esfuerzos hacia nichos específicos como las viviendas en propiedad vertical, los polígonos industriales y las zonas rurales. Estos segmentos representan un amplio abanico de oportunidades para el desarrollo de comunidades energéticas y la aceleración de la transición hacia un modelo más sostenible.

Regulación

La Directiva de las Renovables 2018-2001 introdujo líneas sobre las comunidades energéticas, que han sido transpuestas a través de diferentes normativas como el Real Decreto Ley 23-2020, el 20-2022, o el Real Decreto 244-19. Sin embargo, a pesar de estos avances, aún se carece de una normativa integral que ampare el desarrollo y la operación efectiva de estas comunidades.

La falta de un marco jurídico claro y favorable es identificada como una de las principales barreras por parte de expertos del sector. La incertidumbre legal dificulta la constitución y operación de las comunidades energéticas, especialmente en lo que respecta a la participación de la Administración Pública, que requiere justificar un interés público para involucrarse en estas iniciativas.

La directora Legal de Soluciones Energéticas Pymes y Hogares de Acciona Energía, resaltó la complejidad del marco jurídico actual y la necesidad de un marco favorable que permita el desarrollo de las comunidades energéticas, diferenciando entre comunidad energética y autoconsumo colectivo.

El director general de la Comercializadora de Energía en Coxabengoa, propuso incentivos fiscales y la colaboración público-privada como medidas para superar las barreras legales y administrativas, enfatizando la importancia del municipio como motor de este proceso.

La socia responsable de Energía en EY, abordó la complejidad regulatoria y propone una simplificación normativa para facilitar la participación de las comunidades energéticas en el mercado, señalando la importancia de adaptar la regulación a las necesidades específicas de estas entidades.

El responsable de Transición Energética de Factorenergia, destaca la importancia de abordar las barreras de confianza, formación y complejidad operativa para el desarrollo efectivo de las comunidades energéticas, proponiendo soluciones como las comunidades solares como paso previo a una comunidad energética plena.