Las navieras, alentadas por la normativa, la demanda de los clientes, la presión de los inversores y los objetivos internos, buscan formas de descarbonizar sus flotas. Las posibilidades de combustibles más ecológicos abundan en el mundo marítimo, y el sector se encuentra en un periodo de experimentación y exploración para comprender las implicaciones de la adopción de tales combustibles.
Para saber cómo piensan los líderes del sector sobre los combustibles del futuro, el Centro Mundial para la Descarbonización Marítima, el Foro Marítimo Mundial y el Centro Mærsk Mc-Kinney Møller para el Transporte Marítimo con Emisiones Cero de Carbono han realizado recientemente una encuesta (con el apoyo analítico de McKinsey) entre compañías navieras. Colectivamente, estas empresas poseen y operan flotas -incluidos portacontenedores, petroleros, buques de carga seca, gaseros, portavehículos, cruceros, remolcadores y buques de alta mar- que representan aproximadamente el 20% de la capacidad total mundial.
Las respuestas de los encuestados muestran un mundo con una amplia gama de combustibles hasta 2050. Muchos de los encuestados esperan que sus flotas utilicen varios tipos de combustible en el futuro. Esto sugiere que la ruta del transporte marítimo hacia la descarbonización podría ser compleja. Pero las empresas que están trazando estrategias de inversión podrían considerar este momento incipiente como una oportunidad para tomar decisiones audaces. Siguen siendo viables múltiples vías de utilización del combustible, y las ventajas para los pioneros están ahí para aprovecharlas.
Estos son algunos resultados de la encuesta:
Programas piloto
En la actualidad, el 46% de las empresas encuestadas (12 encuestados) afirman que ya han puesto en marcha programas piloto con uno o varios combustibles bajos en carbono (por ejemplo, el funcionamiento de los motores de los buques con biodiésel en lugar del fuel tradicional) y han establecido planes para su posterior implantación, mientras que el 35% (nueve encuestados) no ha tomado ninguna medida en relación con los combustibles más ecológicos.
Un tercio de los encuestados afirma que "no sabe" con qué tipos de combustible espera que funcionen sus flotas en 2030 y 2050. Los dos tercios restantes de los encuestados expresan expectativas divergentes sobre cómo será su uso del combustible. Las previsiones de los encuestados sobre el consumo de combustible de sus flotas en 2050 se dividen por igual entre una amplia variedad de opciones: el amoníaco verde, el biodiésel y el fuelóleo encabezan la lista con un 16-17% cada uno, seguidos del amoníaco azul, el gas natural licuado (GNL), el e-metanol, el biometanol, el biometano y el e-metano, cada uno con un 6-10%.
Los encuestados también indican que esperan repartir su propio consumo entre varias "familias" de combustibles. (Las familias de combustibles consisten en combustibles que los motores de los buques pueden utilizar indistintamente: por ejemplo, una categoría comprende el fuelóleo pesado, el gasóleo marino, el gasóleo marino y el biodiésel, mientras que otra categoría comprende el GNL, el biometano/bioGNL y el sintético/e-metano/e-GNL). Para 2050, el 49% de los encuestados (ponderados por el tamaño de la flota) espera adoptar cuatro o más familias de combustibles en sus propias flotas, mientras que otro 43% espera adoptar tres familias.
Combustibles más ecológicos
Dar el salto a un futuro con combustibles más ecológicos requerirá décadas de trabajo, pero nuestros encuestados tienen claro lo que necesitarán para acelerar la transición. Más del 80% de los encuestados señalan que los cuatro factores siguientes serían los más transformadores: mayor disponibilidad de combustibles alternativos, reducción de los costes de los combustibles alternativos, disposición de los clientes a pagar una "prima verde" y cambios normativos.
El informe completo, The shipping industry's fuel choices on the path to net zero, presenta otros resultados de la encuesta junto con posibles conclusiones para las distintas partes interesadas.
En el mundo que sugieren las respuestas de la encuesta, el papel de los pioneros -y de las entidades capaces de impulsar toda la cadena de valor, desde la producción de combustible hasta el consumo de los buques- será vital. Las organizaciones que marquen el camino podrían provocar y dar forma a las acciones de los demás, catalizando inversiones que creen su propio impulso y, con el tiempo, quizá desemboquen en la inevitabilidad de un escenario de combustible específico.
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