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Las redes eléctricas, el gran cuello de botella para el despliegue de 'data centers' en España

Representantes del sector energético y del ecosistema de centros de datos coinciden en que España reúne condiciones excepcionales para atraer esta nueva industria estratégica

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La segunda mesa del II Foro Industrial de El Periódico de la Energía dejó un mensaje unánime entre los representantes del sector energético y del ecosistema de centros de datos: España reúne condiciones excepcionales para atraer esta nueva industria estratégica, pero la falta de capacidad en las redes y los bloqueos regulatorios se han convertido en el principal freno a su desarrollo.

Gabriele Licasale, director de Desarrollo de la Red de Endesa, abrió el debate recordando que la presión sobre las infraestructuras eléctricas es ya insostenible. Tal y como señaló el representante de la compañía, solo en 2024, la red recibió 67 GW de nuevas solicitudes de conexión y se vio obligada a rechazar más de la mitad. En el caso de los data centers, explicó, el 40% de las peticiones han sido denegadas. Desde septiembre, el mapa de capacidad publicado por los distribuidores muestra que más del 83% de los nodos carecen de espacio disponible, una situación que no deja de agravarse. Licasale defendió la necesidad de un marco regulatorio estable que permita incrementar las inversiones en red y equiparar el tratamiento entre distribución y transporte, especialmente ante el inminente real decreto que prevé elevar los límites de inversión del sector.

Patxi Calleja, director de Regulación de Iberdrola, coincidió en que el modelo actual actúa como freno al crecimiento industrial. Recordó que España ofrece un precio eléctrico competitivo y un enorme potencial renovable, pero la normativa limita el despliegue de la red justo cuando las peticiones de acceso se han multiplicado por diez. Subrayó que el marco regulatorio habla más de “reducción”, “límite” o “ajuste” que de electrificación o desarrollo, lo que, en su opinión, está convirtiendo un “oasis renovable” en un “desierto eléctrico”. También alertó del riesgo de judicialización si se plantea retirar derechos ya concedidos sin respetar la normativa vigente y reclamó acelerar la ejecución de las infraestructuras previstas, dado que muchas de las posiciones aprobadas en planes anteriores siguen sin realizarse.

Oportunidad única

Desde la perspectiva de la industria de los centros de datos, Begoña Villacís, directora ejecutiva de SpainDC, insistió en que España tiene una oportunidad única que está desaprovechando. Recordó que el país cuenta con una ubicación geoestratégica privilegiada, con cerca de 30 cables submarinos internacionales, el mejor mallado de fibra óptica de Europa, abundante energía renovable y suelo disponible a precios competitivos. “Lo tenemos todo”, señaló, para convertirnos en un gran hub digital europeo, especialmente en un contexto en el que Europa aspira a reforzar su autonomía tecnológica.

Villacís subrayó que los data centers no solo son la matriz de la economía digital, sino un indicador directo de desarrollo industrial. Sin embargo, lamentó que mientras España "vertía a la basura" energía renovable por falta de capacidad de red, las inversiones industriales llaman a la puerta sin poder conectarse.

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El CEO de Nostrum Group, Gabriel Nebreda, pidió distinguir entre los distintos tipos de atascos existentes, porque no todos responden a la misma causa ni requieren la misma solución. Explicó que existen instalaciones con potencia concedida cuyas obras avanzan según lo previsto, otras con infraestructuras aprobadas pero aún no construidas, solicitudes que podrían resolverse sin inversión adicional y otras que solo necesitan pequeñas actuaciones en subestaciones. Señaló que gran parte de la potencia necesaria para nuevos data centers podría concederse sin ampliar la red, solo ordenando y ejecutando lo ya aprobado.

Asimismo, recordó que hay unos 40 GW concedidos y no entregados, equivalentes a duplicar la demanda actual del país, y denunció que concursos pendientes desde hace más de un año siguen sin calendarizarse, bloqueando proyectos que solo requieren decisión administrativa.

Limpieza de solicitudes

El debate también abordó la necesidad de limpiar la “cola” de solicitudes inactivas, en ocasiones utilizadas de forma especulativa en un contexto de opacidad previa. Licasale e Iberdrola coincidieron en que cualquier depuración debe hacerse sin vulnerar la seguridad jurídica, mientras que Villacís apuntó que la demanda “fantasma” es consecuencia directa de la incertidumbre y de la falta de previsibilidad en los plazos de acceso.

Víctor Gago, Data Center & C&SP Sales Director de Schneider Electric, puso el foco en el factor que más condiciona las inversiones: el time to market. Para los nuevos centros de datos —especialmente los destinados a inteligencia artificial—, explicó, lo determinante no es el coste energético, sino la rapidez con la que pueden entrar en operación. Cada mes de retraso supone millones en equipamiento parado. España, sin embargo, está lejos de los plazos asumibles por los inversores, que aspiran a operar en 12 a 18 meses y se encuentran con procesos que duran años sin visibilidad de entrega.

Gago también cuestionó que se exija flexibilidad a los data centers sin una propuesta clara ni modelos económicos definidos. Aunque la tecnología permite crear microgrids y aportar servicios al sistema, subrayó que el consumo de un data center no es desplazable y que cualquier colaboración debe basarse en escenarios realistas.

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El cierre de la mesa volvió a poner sobre la mesa el riesgo de sobrerregular un sector que en España solo representa el 2% del consumo eléctrico. Villacís alertó de que parte de la normativa en preparación reproduce esquemas de países saturados como Irlanda, a pesar de que la situación española es radicalmente distinta. Advirtió de que medidas inaplicables en la España vaciada —como exigir interacciones técnicas personalizadas con ayuntamientos sin recursos— pueden ahuyentar inversiones estratégicas para el país.

La conclusión compartida fue clara: España tiene una ventaja competitiva excepcional para atraer centros de datos, pero necesita actuar con urgencia. Invertir en redes, ordenar y ejecutar lo ya aprobado, dar visibilidad a los plazos y coordinar de forma real al sector público y privado serán condiciones imprescindibles para que el país no deje escapar una oportunidad industrial y tecnológica que difícilmente se repetirá.

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