Seis indicadores clave de la disrupción del mercado sugieren que el sector de la energía podría ser la próxima industria en vivir una gran convulsión, según un reciente documento de Wood Mackenzie, adelantado por la publicación GreentechMedia.
En el siglo pasado, la rápida adopción de nuevas tecnologías cambió por completo algunos mercados. Ese fue el caso, por ejemplo, del paso del caballo al automóvil. Hace poco más de un siglo, un coche llamaba la atención en una calle. Trece años después, sin embargo, era el carruaje tirado por caballos el que se convertía en un objeto atípico.
Según Wood Mackenzie, la industria energética está dando todas las señales de una industria en la cima de la disrupción. Posicionado en el centro del cambio está el "impulso para la descarbonización profunda y el abaratamiento de los costes de las energías renovables", según el informe. Esencialmente, la fuerte caída en los precios, así como los avances tecnológicos, han creado una tormenta perfecta para trastornar la normalidad de la energía. "Esto no se trata solo de la descarbonización", dijo Prajit Ghosh, jefe de investigación de energía y energías renovables en Wood Mackenzie. "Se trata de reescribir toda la economía".
La primera señal es un vehículo, como el teléfono inteligente, que puede cambiar la forma en que los clientes utilizan los servicios.
En el sector de la energía, el vehículo es menos tangible que algo que puedes sostener en la mano: son los electrones que viajan a través de tus cables para alimentar todo lo que haces. El gas natural ya ha superado al carbón como la mayor fuente de energía en los Estados Unidos, un fenómeno que la administración Trump considera un cambio significativo. Ahora las energías renovables están ganando terreno al gas, y las ganancias de eficiencia energética han disminuido la demanda de electricidad.
Wood Mackenzie identifica el rápido avance tecnológico como la segunda señal del cambio. "'Rápido' es la palabra clave aquí", dijo Ghosh, ofreciendo ejemplos de los rápidos desarrollos en la altura de las torres y el tamaño de las turbinas en el sector eólico. Entre 2007 y 2016, los sistemas fotovoltaicos a gran escala también redujeron sus precios en casi un 80%. Los precios de las baterías también han caído estrepitosamente, habiendo alcanzado ya las proyecciones de costes previstas para 2030.
Estos desarrollos han producido una tercera señal: la convergencia tecnológica. Los sistemas solares y eólicos se han vuelto más viables para reemplazar a las fuentes de combustible tradicionales cuando se combinan con almacenamiento.
Los menores costes de las energías renovables, además de las innovaciones en la capacidad de las baterías, llevaron a Tesla a convertirse en un faro de otra señal esencial: la tecnología convergiendo con la industria. Desde su introducción en 2012, los vehículos eléctricos de Tesla han constituido una porción cada vez mayor de los aproximadamente 17,5 millones de automóviles que se venden en EEUU cada año. Y aunque el modelo 3 de Tesla, muy esperado, ha tenido numerosos problemas, finalmente han podido dar el salto de un nicho de mercado a un público más amplio.
El hecho de que los fabricantes de automóviles tradicionales estén considerando el espacio eléctrico ilustra aún más la convergencia tecnológica con la industria. Volvo y General Motors se han comprometido a aumentar sustancialmente la cantidad de modelos eléctricos que ofrecen.
El caso de los autos eléctricos, y su capacidad para provocar un cambio a gran escala en los mercados de energía, es análogo al avance de Netflix con el alquiler de videos online. La compañía de entretenimiento comenzó a llevar los DVDs a la puerta de los consumidores, lo que le quitó cuota de mercado y puso fuera del negocio a compañías como Blockbuster. Pero cuando Netflix comenzó a ofrecer transmisión y producción de contenidos originales, comenzó a ir tras la industria de la televisión más grande, obligando a muchos jugadores tradicionales a innovar para mantenerse al día.
Las energías renovables están aplicando la misma presión a las empresas de petróleo y gas. La semana pasada, Shell compró una compañía holandesa de carga de vehículos eléctricos, anunciando que estaba fijando su vista en el futuro eléctrico.
Según Ghosh, basándose en ejemplos como Netflix, es esencial que todo el sector energético reflexione sobre los efectos secundarios de los drásticos cambios del mercado. "A medida que atraviesas este cambio, debes pensar en las consecuencias imprevistas ... y en quién sale ganador y perdedor", dijo. Muchos grandes han expresado sentimientos similares, aumentando la inversión en energías renovables para no quedarse atrás.
A principios de la década de 1900, explicó Ghosh, los automóviles fueron vistos como una solución para los montones de estiércol y cadáveres de caballos podridos que obstruían las calles de la ciudad, una victoria para todos. Pero pocos imaginaban las bocanadas invisibles de contaminación que afectarían las áreas urbanas, los densos sistemas de carreteras que cambiarían los paisajes de las ciudades o las repercusiones culturales de los roles de género domésticos en las áreas suburbanas. La identificación de los impactos profundos que las energías renovables tienen la capacidad de infligir en el sector de la energía dará a los actores de la industria una ventaja en la disrupción.
Y para que los vehículos eléctricos u otras tecnologías renovables afecten profundamente a los mercados energéticos de innumerables maneras, al igual que los automóviles, también deben cambiar las prácticas a nivel del consumidor. Ghosh dijo que pocas personas creen que han cambiado su consumo de energía, pero las innovaciones en los productos que utilizamos y la eficiencia de nuestros mercados de energía han cambiado invisiblemente el consumo, lo que eventualmente llevará a lo que el informe llama "niveles asombrosos de ahorro de energía". También han creado "prosumidores", consumidores que también están produciendo energía a partir de fuentes tales como paneles solares en el techo.
Según el informe, el próximo paso en la disrupción del mercado es la digitalización, en forma de inteligencia artificial y aprendizaje automático. Entre las tendencias de las energías renovables, la inteligencia artificial da menos juego que la disminución de los costes y el aumento del dominio de los vehículos eléctricos, pero la tecnología ciertamente está en la mente de los jugadores de la industria. Google ya ha estado usando inteligencia artificial para reducir su consumo de energía.
Estas seis señales del mercado ya están sucediendo en California, donde tienen el mandato de impulsar las energías renovables al 50% para 2030 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para el año 2050. Seguramente surgirán desafíos operativos en el camino hacia la descarbonización profunda, indica el informe de Wood Mackenzie.
Una mirada al mix de generación promedio por horas de California en 2017 y 2036 "revela la complejidad operacional en términos de requisitos de aumento, problemas de sobregeneración y flexibilidad, entre otros", indica el informe.
Según Wood Mackenzie, los factores que operan en la industria energética presentan todos los indicadores de una industria que mira por encima de un precipicio. Mientras los mayores, las eléctricas y muchos gobiernos esperan posicionarse en una posición ventajosa, el informe señala que incluso con preparación, "este será un viaje accidentado".
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