Es realmente difícil predecir cómo pueden afectar estos hechos a la demanda de electricidad. Aparecen muchas preguntas, ¿qué industrias detendrán sus procesos productivos? ¿Qué empresas pueden permitir que sus empleados teletrabajen? ¿Qué horarios tendrán los distintos perfiles de ciudadanos que estén recluidos en sus viviendas? ¿Cómo afectará la climatología a todo ello?
Para muestra de lo citado ya disponemos de algunas referencias. La primera de ellas sería la de este domingo, en la que ya nos encontrábamos en estado de emergencia en nuestro país. En la siguiente gráfica podemos ver la demanda real peninsular publicada por Red Eléctrica de España (REE) a la realización de este artículo, para cada una de las horas del Domingo 8 de Marzo de 2020 comparada con el Domingo 15 de Marzo de 2020, en MWh:
Según los datos disponibles, el descenso en la demanda supera el 5%, aunque desde las 13h hasta las 15h el consumo nacional peninsular fue superior a la del anterior domingo.
Quizá más complejo e interesante sea analizar el comportamiento del primer día laborable con estado de emergencia. El Lunes 16 de Marzo de 2020. En la siguiente gráfica, que contiene tanto la demanda real peninsular publicada por REE, como las estimaciones de demanda que la citada compañía vino realizando a distintas fechas:
- Inicial: La primera previsión de demanda peninsular publicada por REE, la medianoche del Lunes 9 de Marzo para el día 16 de Marzo.
- MD: La última previsión de demanda publicada por REE antes del cierre del Mercado Mayorista de Electricidad o Pool, a las 12h del día 15 de Marzo.
- HX: Distintas estimaciones de demanda que REE vino publicando en la hora X del propio Lunes 16 de Marzo.
- Real (línea blanca gruesa): La demanda real peninsular publicada por REE para el día 16 de Marzo.
- Lunes 9 (línea roja): La demanda real peninsular publicada por REE para el día 9 de Marzo.
De estos datos podemos sacar varias conclusiones:
- De nuevo, la bajada de consumo nacional peninsular se ha encontrado en el entorno del 5% de media.
- También de nuevo, de 13h a 15h la demanda del último Lunes ha sido muy cercana o incluso superior a la del Lunes anterior.
- La extrema variabilidad en las estimaciones realizadas por REE. Se han realizado previsiones en las cuales la demanda nacional peninsular era incluso superior al dato real registrado para el Lunes anterior, sin declaración de estado de emergencia.
- Así mismo, algunas estimaciones realizadas durante el propio Lunes 16 de Marzo ha diferido en otras realizadas en el mismo día para unas mismas horas en más de 2.000 MWh.
- El consumo nacional peninsular desde las 7 hasta las 11 de la mañana ha descendido por hora, de media, en más de 3.500 MWh. Esto son tres centrales nucleares y media de las que disponemos en nuestro sistema.
- Todo lo anterior sin perjuicio del importante descenso de temperaturas generalizado que se ha producido en España.
A priori detectamos ciertos patrones de consumo que REE no tardará en considerar en sus modelos de previsión de demanda y ponemos en evidencia la elevada complejidad de realizar una estimación adecuada de la demanda, fundamental para garantizar la calidad y continuidad en el suministro de energía eléctrica, así como para evitar elevadas penalizaciones económicas por desvíos para aquellos agentes comercializadores que participan en el mercado eléctrico.
No obstante, es muy probable que sigamos viendo ciertos cambios a medida que el estado de emergencia avance, con paradas de más industrias, reducción del transporte ferroviario y con nuevas situaciones climatológicas que tendrán un efecto diferente sobre una rutina distinta de los consumidores.
Otros efectos colaterales del coronavirus
En relación al sector eléctrico nacional, hay otros efectos del coronavirus que no son triviales y no debemos obviar. Sin ánimo de querer resultar excesivamente extenso, nos gustaría citar los siguientes:
- La parada evidente en muchos desarrollos estratégicos, tanto en la promoción de algunos parques renovables y autoconsumo, como en desarrollos legislativos vinculados con la transición y política energética, como pueden ser las prometidas subastas renovables, el PNIEC, la metodología para establecer el reparto de los cargos del sistema eléctrico, el decreto que procure poner coto a la especulación con los puntos de conexión a la red eléctrica, el estatuto de electrointensivos, etc.
- El descalabro en el mercado de derechos de emisión de CO2, una de las grandes apuestas de la UE para incentivar el cambio a tecnologías menos intensivas en emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
- Los graves problemas para los consumidores que dispongan de menor riqueza y liquidez para hacer frente a sus facturas.
- Los problemas para aquellas comercializadoras que dispongan de amplias coberturas de precio en un entorno del mercado bajista y con menor demanda de electricidad.
- Muy probablemente, unas mayores pérdidas en el sistema en proporción con el consumo nacional, al existir una mayor demanda en viviendas, el último eslabón de la distribución eléctrica.
- La mayor cantidad de impagos que van a sufrir las comercializadoras de electricidad, tanto grandes como pequeñas.
- La incertidumbre acerca de una remota intervención del sector y su efecto sobre la factura de electricidad.
Cada uno de estos puntos podría dar para un nuevo artículo, sin perjuicio de los que nos dejemos por el camino… Seguramente dispongamos de tiempo para abordarlo en el futuro, ya que si debemos sacar algo en positivo de la situación en la que nos encontramos, por muy difícil que sea, es quizá la de disponer de algo más de tiempo o al menos perspectiva para analizar un nuevo entorno con otro punto de vista.
No me gustaría finalizar este artículo sin agradecer a todos los trabajadores vinculados con los organismos, operadores, agentes, empresas y asesorías el trabajo que continúan realizando en un entorno tan difícil como el que nos ocupa. Gracias y mucho ánimo.
Javier Colón es gerente de la consultora Neuro Energía.
Miguel
17/03/2020