El incremento de la oferta de petróleo gracias a nuevas técnicas como el “fracking”, la resistencia de la OPEP a reducir la producción y la contención de la demanda por la ralentización de los países emergentes mantendrán el precio del petróleo a la baja a medio plazo, según los expertos consultados por Efe.
Los analistas apuestan por una persistente tendencia bajista que podría mantener el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, por debajo de los 50 dólares por barril durante un largo periodo e incluso acercarlo a los 40 dólares.
El barril de Brent, que cotizaba por encima de los 100 dólares el pasado verano, inició una senda descendente a final de año que le llevó a bajar de los 50 dólares en enero por primera vez desde 2009.
A partir de ese momento, el precio repuntó progresivamente, acercándose a los 70 dólares, pero, a principios de este verano, volvió a bajar de forma persistente hasta los 48,62 dólares a los que ha cerrado la semana.
Como explica el analista de Self Bank, Felipe López Gálvez, en el caso del petróleo, “como en el de cualquier otro activo, el precio depende de la oferta y la demanda”.
Crece la oferta
En este sentido, la oferta ha crecido desde el pasado verano como resultado de “una mejora evidente de las técnicas”, que permiten extraer petróleo cada vez a mayor profundidad, especialmente con la fracturación hidráulica o “fracking” en EEUU.
A esto se une que la OPEP, en lugar de reducir la producción para animar los precios, ha optado por “mantener cuota de mercado” con una producción creciente, algo que, según López Gálvez, puede soportar Arabia Saudí -que lleva “la voz cantante” en la organización- pero no otros países como Venezuela.
Este aumento de la producción coincide, por el lado de la demanda, con un debilitamiento de la economía China y “en general de los países emergentes”, a lo que se une un dólar fuerte que encarece el crudo para los compradores que no tienen esa moneda como divisa.
Los analistas consultados asocian el repunte del precio registrado en la primera mitad del año a una corrección lógica del mercado y atribuyen la nueva caída experimentada desde junio a la persistencia del exceso de oferta y a la contención de la demanda ya observada desde 2014.
El analista de XTB, Francisco Sánchez-Matamoros liga esta nueva tendencia al “exceso de oferta” por parte de Arabia Saudí, que aumenta cada vez más sus reservas.
El analista de ATL Capital, Ignacio Cantos achaca el comportamiento saudí a “una especie de guerra contra los petróleos alternativos”, tanto los asociados al “fracking” como los de aguas profundas -más caros de extraer-, a los que quiere “sacar del mercado” con precios que les resulten inasumibles. Una “guerra”, añade, que perjudica especialmente a Rusia y Venezuela.
En esta situación, “el último factor de peso ha sido el desbloqueo” de las exportaciones iraníes tras el acuerdo nuclear, todavía pendiente de materializarse, y que tardará algunos meses en repercutir en el mercado porque el país necesita grandes inversiones para recuperar al completo su capacidad.
Paralelamente, persiste la contención de la demanda, como demuestra el recorte de previsiones mundiales del Fondo Monetario Internacional y el desplome de las bolsas chinas, lo que “se interpreta como que la economía no va tan bien como se pensaba”, según el analista de Self Bank.
“A día de hoy, la única tendencia que puede tener el petróleo es continuar a la baja, al menos en el medio plazo y mientras no haya ningún tipo de modificación” en la situación, considera Sánchez Matamoros, quien sitúa la horquilla de precios a medio plazo entre los 45 y los 55 dólares el barril.
De la misma manera, Cantos confía en que el crudo se mantendrá “al menos una temporada” por debajo de los 60 dólares, aunque “de 40 dólares seguramente no bajará”.
López Gálvez coincide en la tendencia bajista, que podría batir incluso el mínimo de 45 dólares de principios de año, y en que no se volverá a precios superiores a los cien dólares “hasta dentro de unos años”.
Información realizada por María Pachón, de la Agencia EFE.