Los fabricantes alemanes celebran la reducción arancelaria entre EEUU y Europa
El reciente pacto comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea reducirá a la mitad los aranceles para la importación de vehículos europeos, favoreciendo directamente a fabricantes alemanes
El sector automovilístico europeo celebra una tregua en la guerra arancelaria tras el acuerdo cerrado entre la Unión Europea y Estados Unidos, que rebaja los gravámenes a la entrada de automóviles europeos del 27,5% al 15%. Esta medida, aunque todavía está lejos del 2,5% anterior a 2018, supone un importante balón de oxígeno para marcas como BMW y Mercedes-Benz, que reciben así un impulso estimado de 4.700 millones de dólares (unos 4.000 millones de euros) en sus cuentas, según BloombergIntelligence.
BMW y Mercedes han sacado especial partido a esta rebaja gracias también a que alrededor de 185.000 de los vehículos que exportan anualmente a Europa desde sus fábricas estadounidenses quedarían exentos de tasas adicionales. Esto se traduce en un menor impacto en su competitividad frente a rivales asiáticos y ayuda a compensar los costes arancelarios que todavía subsiste.
Siguen siendo elevados
Fábrica de BMW.BMW
El acuerdo ha sido interpretado como un paso clave para rebajar la incertidumbre que planeaba sobre el sector, hasta ahora amenazado con aranceles aún más altos. Sin embargo, asociaciones empresariales como la VDA alemana y ACEA advierten de que el peaje sigue siendo notable, ya que el nuevo tipo del 15% todavía encarece miles de millones la factura anual a la industria alemana. Además, la debilidad reciente del dólar incrementa el coste de las importaciones de vehículos estadounidenses para los consumidores europeos, añadiendo complejidad al contexto.
Analistas subrayan que las marcas con mayor volumen de importaciones directas desde Europa (Porsche, Mercedes, BMW y Volkswagen) serán las más beneficiadas de este acuerdo, a diferencia de grupos como Stellantis, cuyo negocio en EEUU depende, sobre todo, de la producción local. En paralelo, tanto los fabricantes como las asociaciones sectoriales piden que la UE avance hacia la reciprocidad bajando el arancel del 10% que grava los coches estadounidenses. Aunque la relajación arancelaria impulsa a BMW y Mercedes y alivia parte de la presión, la industria reconoce que las condiciones comerciales siguen lejos de la normalidad previa y continuará reclamando un escenario más competitivo para sus exportaciones.
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