Los objetivos climáticos más estrictos adelantarán el fin del carbón alemán a 2030

Los objetivos climáticos revisados ​​de Alemania significan que la eliminación gradual del carbón deberá completarse para 2030, ocho años antes de lo planeado actualmente, informa el periódico _Handelsblatt _  basado en una respuesta del gobierno a una investigación parlamentaria del partido proempresarial FDP.

Los nuevos objetivos climáticos de Alemania reducen el presupuesto de emisiones restante para el sector energético de 175 a 108 millones de toneladas al año en 2030, por debajo de los aproximadamente 280 millones de toneladas actuales. El gobierno dijo que asume que alrededor de 25 millones de toneladas serán emitidas solo por las plantas de calefacción, refinerías y tecnología de tuberías, dejando poco espacio para las emisiones de las centrales eléctricas de carbón. Alemania introdujo objetivos climáticos más estrictos a raíz de un fallo histórico de la corte constitucional que dijo que las políticas anteriores eran insuficientes.

Suponiendo que Alemania alcance su objetivo de una participación del 65 por ciento en energías renovables en 2030 y tenga un consumo total de energía de 655 teravatios hora (TWh), 229 TWh deberán ser proporcionados por plantas de energía fósil, a pesar de las posibles importaciones, según el artículo.

Incluso si el 35 por ciento restante del mix energético lo proporcionaran las plantas de gas, el presupuesto ya se superaría ligeramente, lo que significa que las centrales eléctricas de carbón, cuyas emisiones son aproximadamente el doble que las de las plantas de gas, no tienen la oportunidad de contribuir al mix de generación sin salirse del presupuesto.

"Los objetivos de reducción de CO2 ajustados, de hecho, solo se pueden alcanzar con plantas de gas. Pero no hemos visto a nadie interesado en construir una en los últimos años", dijo la parlamentaria del FDP, Sandra Weeser, al rotativo alemán.

Sobre la base de un compromiso alcanzado por la comisión de salida del carbón de Alemania, el gobierno acordó a principios de 2020 poner fin a la producción de energía a partir de carbón a más tardar en 2038 y posiblemente unos años antes, dependiendo de la seguridad general del suministro de energía y las condiciones del mercado.

Pero los representantes de la industria, los grupos ambientalistas y los políticos gubernamentales dudan de que el carbón pueda usarse durante tanto tiempo debido a los objetivos de reducción de emisiones cada vez más ambiciosos y al rápido aumento de los precios de los derechos de emisión en el sistema comercial europeo ETS, que obliga a las costosas plantas de carbón a salir del mercado.