En un mundo cada vez más interconectado, la seguridad cibernética se ha convertido en una prioridad crítica para todas las industrias. Los expertos llevan mucho tiempo advirtiendo de que las infraestructuras críticas europeas, como las redes eléctricas y de gas, son vulnerables a los ataques de actores extranjeros, una preocupación que se ha acentuado desde la invasión rusa de Ucrania.
El sector energético ha sufrido durante los últimos dos años una serie de ciberataques dirigidos, sobre todo contra empresas de Europa del este. A estos, se suman otros incidentes que tenían como objetivo asaltar infraestructuras críticas, como el ataque de ransomware que afectó al grupo italiano ERG o a la corporación multinacional suiza ABB.
Ahora que se acerca el invierno y el frío, regresa la preocupación por que se vuelvan a repetir o aumenten estos ataques, que pueden llegar a provocar la paralización de los servicios públicos y situaciones de desabastecimiento.
Leonhard Birnbaum, Consejero Delegado de Eon, la mayor red de distribución de gas y electricidad de Alemania y también presidente de Eurelectric, declaró al Financial Times que todos los expertos en ciberamenazas deberían reunirse en un único equipo dependiente de una agencia paneuropea. "Necesitamos una respuesta europea porque nos van a atacar en toda Europa. Y necesitamos los mejores talentos. Los atacantes cruzan las fronteras de los países... ¿Por qué deberíamos detenernos en la frontera de un país?" añadió.
PNIEC
Las infraestructuras más importantes para un país son aquellas que abastecen de los servicios esenciales a sus ciudadanos como pueden ser el agua, la energía, la alimentación o la salud. En este sentido, una amenaza sobre las mismas sería crítico para el funcionamiento de cualquier país y es por ello que se denominan infraestructuras críticas.
Las redes eléctricas son el principal objetivo de los piratas informáticos y los ciberataques. Las redes eléctricas dependen de los sistemas de control industrial (ICS) para proporcionar servicios esenciales. Si estos sistemas corren el riesgo de sufrir un ciberataque, eso puede allanar el camino para eventos catastróficos graves.
Así, en un esfuerzo por protegerlas, la nueva hoja de ruta energética nacional (PNIEC) presentada el pasado mes de junio por el Gobierno aboga por "realizar ejercicios de simulación de emergencia relativos a ataques cibernéticos" y pide incorporar esta dimensión a los planes de emergencia del sector energético.
La Unión Europea, por su parte, trabaja en diversos frentes para promover la ciberresiliencia, salvaguardar nuestra comunicación y datos y mantener la seguridad de la sociedad y la economía en línea.
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