La próxima junta general de accionistas de Siemens Gamesa, fijada para el próximo 23 de marzo, en primera convocatoria, o para el 24 de marzo, en segunda convocatoria, en Zamudio (Vizcaya) promete ser ‘movidita’. Mientras se espera que la participación de Iberdrola mueva a más de uno de sus asientos, los sindicatos han anunciado que “han comenzado los contactos con todos los accionistas minoritarios de Siemens Gamesa tanto nacionales como internacionales que representan el 41% del capital, que han manifestado su descontento ante la CNMV y que antes de comenzar el ERE se preguntan por el interés industrial de la fusión”, para conseguir que les deleguen un número suficiente de acciones y poder participar en la Junta. Sobre todo se lo han pedido a los trabajadores que tengan acciones en la compañía, “que son muchos”, dicen los sindicatos.
Su objetivo, además de trasladar la preocupación de los trabajadores por la situación de inestabilidad laboral que se respira en la empresa tras la presentación del plan de negocio donde se anunció un recorte en costes de más de 2.000 millones, es la necesidad de garantizar una estabilidad en el empleo durante la vigencia del plan de negocio.
“No es tanto el miedo a perder el empleo, sino el trato discriminatorio respecto a nuestros compañeros alemanes, a los que se les ha garantizado el empleo, y los españoles no podemos pasar por eso”, señalan fuentes sindicales a este diario.
También los sindicatos han retomado los contactos políticos y la comparecencia del gobierno para que medie en este asunto y que garantice la misma estabilidad en el empleo que los compañeros alemanes “ya que no hay que olvidar que esto es una fusión entre iguales con una empresa española”, recuerdan los sindicatos. Y ponen como ejemplo otra fusión idéntica a la de Siemens Gamesa en otro sector, el ferroviario, entre Siemens y Alstom para lo cual acordaron una garantía de empleo de cuatro años tanto el gobierno francés como el alemán para garantizar el empleo de sus trabajadores.
Pero irán más allá. También quieren presentarse en la CNMV a denunciar este asunto, ya que es la responsables de aprobar la fusión debido a su interés industrial.
Y no solo se luchará a nivel nacional. El plan industrial que pretenden acordar con la compañía quieren que se someta a diálogo en el Parlamento Europeo en alusión a la igualdad de trato y oportunidades entre ciudadanos de la Unión Europea garantizando la estabilidad en el empleo durante la vigencia del plan de negocio anunciado para el periodo 2018-2020. Por eso, durante las próximas fechas se mantendrán diversas reuniones en España y Bruselas para garantizar esa estabilidad en el empleo.
Plan de incentivos a los directivos
Mientras está pasando todo lo esto, la compañía en la Junta de Accionistas, incluye entre otros puntos, la aprobación de un plan de incentivos para directivos de la compañía vinculados al plan de negocio 2018/2020. Pero no es solo los incentivos futuros, según recuerdan los mismos sindicatos, “la Dirección aún está cobrando los incentivos por haber realizado la fusión, cuyo último importe de cobro finaliza en el ejercicio 2019. Todos hemos contribuido a que la fusión se realice con éxito y no solo no nos los premian sino que nos penalizan, reduciendo el pago de la retribución variable por objetivos de todos los trabajadores”.
Por todo ello, su objetivo es participar en la Junta de Accionistas y que se incluya el punto de la estabilidad del empleo en el orden del día de la Junta de Accionistas además de denunciar la injusta subida salarial de los directivos. “Cuando nos vendieron la fusión de Siemens con Gamesa como algo que iba a ser muy positivo, se les olvidó decirnos un pequeño detalle : solamente para unos pocos”, señalan las mismas fuentes. Por eso, en la Junta de Accionistas “queremos una declaración institucional que tranquilice a la gente de que se van a garantizar sus empleos”.
Para los sindicatos, la plantilla de Siemens Gamesa ha cumplido su parte, se ha sacrificado para cubrir las necesidades de ajustes planteadas por la Compañía, se han apuntado a las salidas mediante medidas no traumáticas 240 trabajadores, y por su parte la empresa aún no se ha movido en la dirección que se comprometió en la mesa negociadora, donde se ofrecería una garantía de empleo para la duración del plan de negocio si se cumplían las expectativas de salidas, esta garantía establecía que ante posibles necesidades de ajustes futuros, estos se realizarían articulando medidas no traumáticas, pero a día de hoy su decisión es de no dar esta garantía y por tanto, no cumplir, “así que una vez más nos sentimos traicionados”.
“Con todas estas decisiones, también peligra la imagen de la compañía, con todas las repercusiones que se puedan trasladar en los mercados y en su valoración bursátil, porque no es de recibo que se pueda despedir a la gente a la ligera”, añaden, “hay mucha sensación de miedo, estamos asustados después de oír que quieren recortar 2.000 millones de euros en estos dos años, lo que crea las sospechas sobre dónde van a meter la tijera, ¿en recortar personal nuevamente?”.
Todos los sindicatos se han propuesto intentar modificar el estatuto de los trabajadores para la inclusión de una cláusula de garantía de empleo relacionada con la fusión de las empresas y la pérdida de control de las empresas españolas, que es lo que parece que está ocurriendo.
Por último, para los representantes de los trabajadores, hay una lucha que llevan realizando desde el pasado mes de septiembre: los objetivos anuales (GMBO). Para ellos, hay una grave injusticia para los que provienen de Gamesa en esta fusión. “La empresa ha utilizado la supuesta necesidad del cambio de año fiscal como una triquiñuela para mermar nuestra retribución en los objetivos, que tan dignamente nos hemos ganado con nuestro trabajo”, advierten.
Proceso de contratación de mantenimiento en Vestas
Después de perder más de la mitad del mantenimiento de los parques eólicos de Iberdrola en favor de Vestas, a los sindicatos también les preocupa qué va a pasar con los operarios de Siemens Gamesa que realizaban esa labor. Por eso, han solicitado “reuniones presenciales con todas las empresas adjudicatarias del contrato de mantenimiento de parques eólicos de Iberdrola y con la dirección de Vestas que ha sido la mayor adjudicataria con 2200MW”.
Se muestran intranquilos “ante el importante movimiento de personal que pueda existir para cubrir las necesidades de Vestas Eólica y les hemos propuesto trabajar conjuntamente al igual de cómo se hará con el resto de empresas adjudicatarias para la realización de una transición ordenada y pacífica en la que se respeten los derechos de los trabajadores afectados”.
En la primera reunión realizada con el gigante danés, se han llegado al compromiso firme de respetar las condiciones laborales de los trabajadores en aquellas provincias donde exista la subrogación pro convenio, pero también quieren que en aquellas provincias donde no exista la subrogación se estudien alternativas de compensación a los trabajadores para garantizar su estabilidad laboral y condiciones laborales.
Otro de los problemas es el futuro laboral del personal de la planta de palas de Miranda de Ebro que ya anunció su cierre. Según denuncian los sindicatos, aunque es cierto que la empresa ha realizado una oferta de recolocación en otras plantas, los bajos salarios de la plantilla hace inviable esta solución para la mayoría . Así lo ha reconocido el propio Enrique Pedrosa, CEO South Europe & África, en una entrevista”.
“Queremos ofrecer a Siemens Gamesa una última oportunidad de cerrar este capítulo con Paz Social que se alargue durante todo el plan de negocio”, advierten, “por ello, hemos solicitado una reunión con el máximo responsable de la compañía, Marcus Tacke, para intentar revertir esta situación, pero mientras no sea así, vamos a incrementar sustancialmente nuestras medidas de presión tanto cuantitativamente como cualitativamente, para que nuestra voz llegue a cuantos estamentos nacionales e internacionales hagan falta, porque hay que revertir esta situación que es totalmente discriminatoria hacia nosotros”.
En definitiva, los sindicatos anuncian, que de no conseguir sus objetivos, comenzará a haber movilizaciones.