La inversión total de este proyecto ha sido de 2.600 millones de dólares financiados por un grupo de bancos marroquíes y extranjeros de Japón, Francia y Gran Bretaña, que firmaron ayer en Rabat varios convenios de financiación en un acto presidido por el presidente del Gobierno, Abdelilah Benkirán.
Las instituciones financieras japonesas contribuirán con un 67 % en la financiación del proyecto mientras que los bancos marroquíes contribuirán con un 25 %, y el resto lo aportarán otros bancos extranjeros.
La central térmica será construida y explotada por un consorcio formado por la compañía marroquí Safir Energy Company (Safiec), la francesa GDF Suez y la japonesa Mitsui&Co, que ganaron una licitación internacional.
Según el Ministerio de Energía y Minas marroquí, la nueva central, que constará de dos unidades con una capacidad de 693 megavatios cada una, contará con una tecnología sofisticada que respeta el medio ambiente a la hora de reducir las emisiones CO2.
Marruecos tiene una fuerte dependencia a la energía fósil importada, que alcanza un 97 % de las necesidades energéticas del país.
El país desarrolla actualmente un ambicioso plan de energías renovables para producir en el horizonte de 2020 un 42 % de la energía que consume en fuentes renovables: solar, eólica e hidráulica, con porcentajes similares de 14 % en cada caso.
Alejandro Betancourt
11/02/2015