Lo que faltaba. Los mercados de gas están disparados batiendo récords con los precios más caros de la historia. La preocupación es máxima en Europa. Los almacenamientos están muy bajos y el invierno está cada vez más cerca. Rusia parece jugar al ratón y al gato con el nuevo gasoducto, Nord Stream 2, que le une con Europa a través de Alemania.
Y por si fuera poco, ahora Argelia y Marruecos rompen relaciones. No podría haber peor momento para hacerlo. En plenas negociaciones entre ambos países y Naturgy por la renovación del contrato de suministro de gas a través del gasoducto Magreb-Europa. Dicho contrato expira el próximo 31 de octubre y aún no se había alcanzado un acuerdo para la renovación, sobre todo teniendo en cuenta la actual situación del mercado y los altos precios, así como las relaciones entre países.
La tensión sube por momentos. Es el gasoducto principal con el que España y Portugal se suministran de gas. La principal vía. En 1996 se inició la explotación comercial y tras un contrato de 25 años ahora toca renovar.
A través de sus 1.400 kilómetros, de los que 540 pasan por Marruecos, España se suministra el 30% del gas que consume. Más de 220 bcm de gas han llegado a nuestros hogares, industrias y ciclos combinados a través de este gasoducto desde su puesta en funcionamiento.
Por eso la importancia para España de que se alcance un acuerdo. Pero al romper relaciones Argelia con Marruecos el suministro a España se puede ver afectado si no se alcanza un acuerdo in extremis entre las partes. Pero pinta mal. Argelia va en serio con su vecino.
A ello hay que sumar que la relación de España con Marruecos a día de hoy también brilla por su ausencia con el conflicto saharaui de por medio. Aun así, España y Argelia, Naturgy y Sonatrach, sí se llevan bien y tienen pactado asegurar el suministro de gas aunque sea solo a través del gasoducto Medgaz, que va directamente de Argelia a España (Almería) o si hubiera que transportar más GNL a través de buques hasta las regasificadoras españolas.
Pero lo óptimo sería seguir manteniendo el gasoducto Magreb-Europa para garantizarse la seguridad de suministro. Algo primordial para este invierno que se prevé movido en los mercados de gas en todo el planeta, pero sobre todo en el Viejo Continente.
A día de hoy, el precio del gas se sitúa en el mercado ibérico (Mibgas) en los 47 €/MWh, un precio que es el triple de caro de lo que históricamente es normal, en el entorno de los 15-20 €/MWh. Solo en la jornada de ayer subió un 5% por este hecho.
Si en Europa no se alcanzan los niveles óptimos de almacenamiento para asegurarse el suministro de gas durante el invierno, y a ello se le suman capítulos de ola de frío y sin el gasoducto del Magreb, los precios podrían dispararse y hacer que se encarezca ya no solo la factura de la calefacción sino también la de la luz de todos los españoles.
El panorama no puede ser peor. Ahora toca cruzar dedos y que se pueda arreglar la relación entre nuestros dos socios en esta infraestructura energética clave. Por el bien de todos.
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