Los ministros de Transporte del G7 celebran desde hoy una reunión de tres días que estará centrada en discutir medidas para la descarbonización del tráfico aéreo y en el apoyo a la reconstrucción de infraestructuras de Ucrania.
Los titulares del ramo del Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) celebran este encuentro hasta el domingo en la ciudad nipona de Shima y organizado por la presidencia japonesa de turno.
Tras una ceremonia de bienvenida este viernes, los ministros comenzarán sus sesiones de discusión el sábado, en las que también está prevista la participación del titular ucraniano de Infraestructuras, Oleksandr Kubrakov, según la presidencia nipona.
Con él se abordará el compromiso común del G7 de apoyar la reconstrucción de infraestructuras ucranianas dañadas durante la guerra, y en particular, de instalaciones de transporte, y se pondrá sobre la mesa la creación de un grupo de trabajo específico para coordinar medidas conjuntas con ese objetivo.
La descarobnización de G7
En la cumbre de líderes del G7 celebrada el pasado mayo en Hiroshima, los participantes se comprometieron a extender su apoyo a Ucrania por "tanto tiempo y tantas vías como sean necesarias".
Se espera también que durante la reunión se apruebe una declaración conjunta que incluya medidas desde el sector del transporte para mitigar los efectos contra el cambio climático.
Uno de los puntos específicos que se tratará será cómo promover la introducción de combustibles sostenibles para la aviación (conocidos como SAF) de nueva generación.
Este tipo de biocombustibles, elaborados a partir de materias primas como las algas, los aceites vegetales o la biomasa, tienen emisiones nulas o bajas en carbono, aunque su producción es aún muy pequeña y su precio mucho mayor al del queroseno fósil convencional.
La Unión Europea, que estará también representada en la reunión de Shima por la comisaria del ramo, Adina Valean, alcanzó un acuerdo el pasado abril para introducir de forma paulatina este tipo de combustibles en las próximas décadas.
El acuerdo provisional establece que, al menos, el 2% de los combustibles de aviación sean verdes en la UE para 2025, una proporción que irá aumentando cada lustro hasta alcanzar el 70% para 2050.
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