Moeve obtuvo un beneficio neto de 92 millones de euros en el primer trimestre del año, dejando así atrás las pérdidas de 8 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior, en un contexto de mayor volatilidad de precios, con unos márgenes de refino más bajos y tras decaer el impuesto extraordinario con el que el Gobierno gravó a las energéticas en los dos últimos años.
El beneficio neto ajustado del grupo, que mide específicamente el desempeño de los negocios, se situó a marzo en los 138 millones de euros, lo que representa una caída del 39% con respecto a los 226 millones de euros del primer trimestre de 2024, informó la compañía.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado fue 377 millones de euros en el primer trimestre, con un recorte del 35%, marcado por la disminución de los márgenes de refino y un rendimiento más bajo del negocio de Energía respecto al primer trimestre de 2024.
No obstante, el Ebitda trimestral aumentó respecto al cuarto trimestre de 2024, gracias a unos mejores resultados de sus negocios de Química y 'Upstream', junto con la solidez del segmento Energía.
En su último año de vigencia en 2024, Moeve pagó 243 millones de euros por el impuesto extraordinario a las energéticas, que ya en 2023 había impactado a las cuentas de la compañía con otros 323 millones de euros.
El consejero delegado de la energética, Maarten Wetselaar, destacó que los resultados en este trimestre se vieron marcados "por un contexto de mayor volatilidad del mercado", aunque subrayó que, a pesar de ello, fueron "sólidos" y permitieron "seguir avanzando" en su estrategia de transformación, en el despliegue de su red de recarga ultrarrápida y en el suministro de biocombustibles 2G para ayudar a sus clientes a avanzar en su descarbonización y "acelerar la transición energética en Europa".
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