El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha resaltado este viernes que la regasificadora de El Musel podrá comenzar a operar cuando su propietaria, Enagás, lo disponga, una vez obtenida la autorización administrativa para ello.
En respuesta a las preguntas de los periodistas en Mieres, donde ha acompañado al rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, en la presentación del nuevo Centro Universitario de Investigación y Desarrollo del Agua (CUIDA), Morán ha incidido en que Enagás ya está habilitada para la puesta en marcha de la infraestructura.
La regasificadora de El Musel ha sido incluida en el Plan de contingencia de seguridad energética como infraestructura logística y estratégica de apoyo para la seguridad de suministro de gas a nivel europeo, lo que llevaría a su puesta en marcha a principios de año, como ya estimaba el Gobierno hace unos meses una vez finalizada la tramitación administrativa.
El Musel de Enagás
La infraestructura gasista, cuya construcción finalizó en 2013 tras una inversión de unos 360 millones de euros, nunca llegó a operar por orden judicial, al incumplir la normativa ambiental entonces vigente, lo que obligó a reiniciar un largo proceso administrativo.
La planta, que ocupa una superficie de unas 18 hectáreas en el puerto gijonés, tiene una capacidad de almacenamiento de 300.000 metros cúbicos de gas natural licuado (GNL), repartida en dos tanques de 150.000 metros cúbicos cada uno.
La terminal se encuentra diseñada para la descarga de buques metaneros con capacidad de entre 65.000 y 260.000 metros cúbicos.
En el muelle podrá atracar un buque cada vez y, de acuerdo con el proyecto técnico de ejecución, se requieren de unas quince horas para descargar un metanero con una capacidad de 260.000 metros cúbicos, teniendo en cuenta el tiempo inicial requerido para alcanzar el flujo de descarga máximo, así como el tiempo necesario de reducción al término de la maniobra de descarga.