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Naturgy encara el final de año con su escisión en dos compañías congelada

S&P tildaba hace unos días de "probable" que se acabe retrasando "más allá de 2023" por la crisis energética en Europa y porque 2023 es año de elecciones en España

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La multinacional energética Naturgy encara el último trimestre del año con uno de sus principales proyectos para este ejercicio, su escisión en dos compañías, congelado y sin un calendario definido sobre cuándo podría llevarse a cabo.

Naturgy anunció este proyecto, bautizado como Géminis, el pasado 10 de febrero con la intención de tenerlo listo a finales de año.

Sin embargo, a finales de ese mes Rusia invadió Ucrania y provocó una guerra que ha generado una volatilidad sin precedentes en el sector de la energía por el rol predominante de Moscú en el sector de los hidrocarburos y las sanciones internacionales a ese país.

Así pues, el complicado entorno internacional, y del sector en particular, ha hecho que este proyecto haya quedado en la práctica en un cajón, pendiente de tiempos mejores.

Así lo reconoció el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, en un acto el pasado 6 de octubre en la sede de la CEOE, en el que dijo que "no es el momento" de ejecutar el proyecto de escisión en dos compañías "pues debe presidir ahora la prudencia antes que la ejecución".

Ese es el último pronunciamiento público que ha hecho el primer ejecutivo de Naturgy entorno a Géminis, aunque ya en la Junta General de Accionistas, celebrada a mediados de marzo, anticipó que el calendario de ejecución del proyecto sería "flexible" debido al complicado contexto económico e internacional.

Naturgy se parte en dos: creará dos empresas separando los negocios de redes y generación y comercialización

Esta semana incluso la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha terciado en el asunto para opinar, en una entrevista con el diario Cinco Días, que la segregación de Naturgy "no es conveniente en este momento".

Compañía estratégica

No en vano, Naturgy es una compañía estratégica para España, dado que la multinacional española mantiene con la argelina Sonatrach el mayor contrato de entrada de gas a España, un contrato cuyos precios de 2022 se acaban de pactar y que se canaliza a través del gasoducto Medgaz.

El proyecto de Géminis consiste en la escisión de Naturgy en dos compañías cotizadas, una denominada provisionalmente NetworksCo y centrada en las infraestructuras reguladas (transporte y distribución de energía) y otra, llamada MarketsCo, en los negocios liberalizados, entre ellos el de renovables.

Ello supone que los actuales accionistas de Naturgy - Criteria Caixa (26,7 %), el vehículo Rioja Bidco, que aglutina al fondo CVC y a los March (20,7 %), el fondo GIP (20,6 %), IFM (13,9 %) y Sonatrach (4,1 %)- serán de entrada accionistas de ambas compañías.

Sin embargo, tendrán luego la oportunidad de decidir si se mantienen en ambas o si salen del capital de alguna de ellas, y será clave conocer entonces qué accionistas se mantienen en la compañía de la que dependerá el gasoducto Medgaz.

Posible interés

En todo este contexto, en los últimos meses diversos medios han especulado sobre un posible interés de la francesa TotalEnergies por entrar en el capital de Naturgy tanteando a los fondos que hay en su accionariado.

Y todo ello después de un 2021 completamente marcado para esta energética por la opa parcial de IFM, que llevó al Gobierno a imponer condiciones a este fondo australiano para entrar en Naturgy, entre ellas la de mantener tanto el domicilio social como la sede efectiva de gestión y dirección de la multinacional en España.

Más allá del interés estratégico de la compañía, los plazos iniciales expuestos inicialmente por la multinacional están actualmente en cuestión por el contexto internacional.

El 11 de febrero el secretario del consejo, Manuel García Cobaleda, desbrozó ante los analistas el calendario pensado inicialmente para este proyecto.

Fases del proyecto

El directivo explicó que la separación se llevaría a cabo en tres fases: en la primera, la de análisis del proyecto, Naturgy, con la ayuda de asesores externos, revisaría a fondo el diseño de la operación, una labor que estimaba por entonces que podría estar lista en torno al mes de abril.

En la segunda fase se deberían definir al detalle los dos perfiles de las dos nuevas compañías -lo que implicaba pactar reparto de deuda y activos, por ejemplo- y el calendario previsto inicialmente para culminar esta tarea era el verano.

En último lugar, correspondería al consejo de administración convocar en "otoño" una Junta Extraordinaria de Accionistas para dar luz verde a la escisión y, pasados unos dos meses, en torno al mes de diciembre, culminaría finalmente la separación formal, una hoja de ruta que ha quedado ahora en entredicho por el contexto internacional.

Naturgy, que aún no ha presentado las cuentas del tercer trimestre, no ha dado nuevos detalles sobre el proyecto Géminis ni ha actualizado el calendario para llevar a cabo la escisión.

No obstante, tanto analistas como agencias de rating dan por sentado que la hoja de ruta inicial se acabará demorando, y de hecho Standard and Poor's tildaba hace unos días de "probable" que se acabe retrasando "más allá de 2023" por la crisis energética en Europa y porque 2023 es año de elecciones en España y un proyecto de escisión de este tipo requeriría de autorizaciones por parte del Gobierno, argumentaba.

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