La creciente demanda de intercambio de datos y el volumen de información almacenada en la nube ha creado la necesidad de construir espacios de almacenamiento y procesamiento de mayor tamaño.
Solo el volumen de datos que se produce a nivel mundial cada semana supera al que la humanidad ha generado en los últimos 1.000 años. Y todo parece indicar que para el año 2025 el mundo producirá anualmente 180 zettabytes (ZB) de datos.
El sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ofrece un potencial para avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y debe ser pionero en la adopción de soluciones tecnológicas sostenibles contribuyendo a la mejora de la eficiencia energética y, por tanto, a la sostenibilidad económica y medioambiental.
Según la empresa Cisco Systems, el número de centros de datos a hiperescala en el mundo aumentará de 259 en 2015 a 485 para 2020.
Algunas de las instalaciones que actualmente almacenan información consumen más energía de la que pueden utilizar países de gran tamaño ya que funcionan 24 horas, 7 días a la semana y bajo condiciones muy concretas de temperatura y humedad, esto hace aún más importante
que su electricidad proceda de fuentes 100% renovables y que dispongan de sistemas que reduzcan las emisiones de carbono.
Noruega, el paraíso perfecto
Las condiciones medioambientales de Noruega favorecen que el país se convierta en una "superpotencia" para los centros de datos verdes.
Desde finales del siglo XIX, el desarrollo industrial del país ha estado estrechamente vinculado al desarrollo de la energía hidroeléctrica: su clima, sus recursos hidráulicos y la temperatura de su agua favorecen la refrigeración de los servidores de los centros de datos. El país escandinavo ha sabido aprovechar la ventaja que le ofrecen sus condiciones climáticas y lo combina con tecnología pionera que convierte estos espacios en sostenibles y con el mínimo impacto ambiental.
Y para conocerlo, qué mejor que unos ejemplos.
Kolos está construyendo en la actualidad uno de los centros de datos más grandes del mundo, una extensión de 600.000 metros cuadrados junto a la ciudad de Ballangen (al norte de Noruega). La planta dispondrá de una potencia de procesamiento de más de 1.000 MW y será alimentada exclusivamente por energía 100% renovable a partir de fuentes hidráulicas y eólicas. El clima fresco y estable del norte de Noruega y la proximidad del agua proporcionarán enfriamiento natural a los servidores del centro.
Green Mountain es una empresa pionera en la construcción de centros de datos energéticamente eficientes y sostenibles. Algunos de sus centros se sitúan en los fiordos noruegos para aprovechar la electricidad procedente de fuentes hidroeléctricas y la temperatura que el agua proporciona a 8ºC, que contribuye a la refrigeración y a mantenerla siempre a una temperatura idónea.
El sistema de refrigeración lleva el agua desde el fiordo a la estación sin utilizar energía eléctrica, únicamente con la ayuda de la gravedad, y sin hacer uso de gases refrigerantes lo que asegura que es una planta sostenible y cero emisiones.
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